Capítulo XLIII...
-¿De qué me perdí?
-Mi niña…tal parece que ese par por fin decidió declararse sus sentimientos
Aimée da una sonrisa, mientras ve la escena…
-Cher…
- ¿Qué pasa? – acariciando la mejilla de su esposo
-Esta noche…
-Esta noche esposo, te estaré esperando – besando a Antonio
Los abuelos de este y su madre quedan en shock…
Mientras en París, Elizabeth vive la vida soñada, con una familia amorosa y un esposo que la adora y llena de mimos y atenciones, en Carbondale; Alex siente una opresión en el pecho y un dolor inexplicable que no logra calmar…
-Papi ¿quieres jugar al té?
-No, tengo que ir al trabajo – viendo los ojitos de cachorro de su hija – pórtate bien – besando aquella frente
Y así Alex se marcha…
-Nadie quiere jugar conmigo…
-YO sí quiero…sobrina – asustando a Christy…
-Tío…
-Vamos a jugar – pero la niña sale corriendo hacia su habitación
Y Erick sigue a la niña en donde a las malas entra en la habitación…
Las semanas fueron pasando, y Elizabeth siempre se encontraba con Antonio dur