Capítulo VII...

Pero primero será dulce y cariñoso, y jugará con el corazón estúpido de aquella mujer interesada y mezquina, según su pensamiento, porque para él Kathy es la única pura e inocente…

Sin saber que en el proceso de enamorar a Elizabeth, él también perdería el corazón por ella…

Un nuevo día llega, Elizabeth despierta encontrando un ramo de rosas en su tocador y una caja, cuando ve entrar a Carol la mujer apenas la mira con una sonrisa.

-Carol, buenos días

-Buenos días, señorita

-Carol, ¿Qué es eso?

- ¿Eh?...bueno…

- ¿Quién de ellos lo dejó?

-Lo dejó el amo Alex

-No lo quiero, primero odio las rosas y segundo no quiero saber lo que contiene aquella caja

-Es un collar de diamantes y un perfume caro

-Pues que le dé todo eso a la perra de Kathy, yo no lo quiero

-Está bien lo enviaré de vuelta al amo Alex

-Gracias Carol, por cierto hoy quiero ir al parque…

-Sabe que no puede salir señorita…

-Pero ir al jardín es arriesgarme a encontrarme a alguno de esos dos – formando un puchero

-Pero es más seguro que ir al parque a exponerse

El puchero de Elizabeth no hace sino aumentar, Carol apenas da una sonrisa…

Elizabeth baja a tomar el desayuno, al llegar ve a Alex esperando en su lugar de la mesa y cuando ve que la joven se acerca este se coloca de pie y como todo un caballero le ofrece su silla a Elizabeth.

-Buenos días, Elizabeth

-Buenos días, Alex…

-Dime ¿Qué tal tu noche?

- ¿Por qué tanto interés? Acaso ¿quieres comportarte como hombre para así follarme?

Alex se queda mirando a la joven, con el enorme deseo de ir a molerla a golpes y abusar de ella, pero decide que se calmará…como dijo ella solo jugará su juego…

-No, solo deseo saber de tu día, acaso hago mal…

-Oh, con que quieres saber de mi día, no tengo nada que hacer, dado que no puedo salir de esta cárcel

- ¿A dónde deseas ir? – bebiendo de su vaso de jugo

-Al parque, odio estar encerrada…

-Irás – Elizabeth apenas lo observa

- ¿Eh?

-Mi casa no es una cárcel, saldrás e irás con escolta

-Puedo cuidarme sola…

- ¿Puedes cuidarte de Erick? – Elizabeth queda en shock

Y en el acto forma un puchero que hace sonreír al hombre…

-Así que termina de comer e irás al parque, por cierto ¿te gustaron los regalos?

-Primero odio las rosas, segundo el collar y el perfume se lo puedes dar a la perra de Kathy, yo no quiero nada que venga de ti

-Entonces ¿Qué te gusta?

-Nunca te lo diré...

Y así ella termina la conversación, Alex sigue tomando su desayuno, al terminar se dirige hacia su empresa para trabajar mientras trata de matarse la cabeza pensando en qué podría gustarle a Elizabeth, porque es claro que quiere jugar su juego…pero tiene que ganársela…

Mientras en la mansión Elizabeth toma un morral y en este guarda una libreta, un lápiz y bolígrafo más un borrador y sacapuntas, y una botella de agua, se coloca un sombrero que haga juego con su ropa del día y así sale hacia la limusina que espera por ella…cuando al hacerlo se topa con Erick…

-Belleza buenos días

-Buenos días

- ¿A dónde te diriges? ¿quieres que sea tu escolta?

-Claro que no – frunciendo el ceño – te quiero lo más lejos posible de mí

-Belleza si te refieres a la última vez…

-La última vez estuviste a punto de violarme – frunciendo el ceño

-Lo siento pero es que mujer tan bella no puede ser de mi hermano

-Ni de Alex ni de ti, prefiero volverme monja – cruzándose de brazos

-Señorita en el auto nos esperan…

-Carol…

-Amo Erick, iré con la señorita…no se preocupe

El hombre frunce el ceño…

-No te atrevas a mirar de esa forma a Carol, imbécil

Y así ambas damas se marchan…

-Belleza me gustan los retos…y ¿Qué crees? Te has vuelto mi reto personal, serás mía como sea – relamiendo sus labios

Todos los empleados que lo escucharon se aterran en el acto…

Al llegar al parque, Elizabeth se aleja de los hombres de seguridad que Alex había designado para ella, y junto con Carol se acercan al bello lago en el centro del parque, las damas toman asiento y mientras hablan amenamente, Elizabeth se dispone a dibujar el paisaje, dado que ella es buena en las artes pues ya que no podrá ser cosmetóloga como tanto desea, al menos puede dedicar su tiempo a su segundo pasatiempo favorito.

-Señorita usted dibuja hermoso

-Gracias Carol – dando una sonrisa

-Dígame ¿Quién le enseñó?

-Un profesor de artes y mi madre

-Su madre…

-Sé que no puedo probarlo, pero sé que fue la m*****a de Carla Carson

- ¿Su madrastra?

-Esa perra no es nada mío, asesinó a mi madre y manipuló a mi padre para que me odiara – sus ojitos se llena de lágrimas

-Señorita no llore – secando aquellos ojitos – más bien siga dibujando, mire hay cisnes

- ¿Eh? – mirando hacia donde están los cisnes y en el acto una sonrisa se forma en su carita – que lindo…

Carol le dedica una sonrisa a la joven…

-Alex mi amor por favor viola a esa perra, no estoy satisfecha con que esté en tu casa ¡ese debería ser mi hogar!

-Si la violo ella puede denunciarme…

- ¡Pero eres Alex Kennedy!

-Sí, pero ante la ley solo soy un hombre más

- ¡¡¡Ahhhh!!! ¡no soporto a esa perra! ¡quiero que se largue de tu casa!

-Así será, pero ten paciencia, cuando me la folle la correré a patadas de mi casa

Kathy da una sonrisa siniestra mientras, se dirige hacia el mini bar del departamento y llena los dos vasos de ron con su respectiva bebida…y a la bebida de Alex le coloca píldoras para dormir…claro tiene que empezar a generar culpa en el hombre…

-Mamá ¿Qué hace este hombre acá?

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