El parto fue duro, Caleb tuvo que aguantar gritos, golpes y maldiciones que salian de la boca de su preciosa Venus, se aseguraria de que este fuera el ultimo hijo que tendrian, eso era seguro
—¿Como te sientes cariño?
Caleb tenia una mano bendada, la fuerza que ejercia Dulce en el momento del parto no era broma, le rompio dos dedos uy aun le duele el brazo que casi se descoloca de su lugar en el momento que empezo a pujar
—Como si un tren me hubiera pasado encima, estoy demasiado cansada ¿Cómo esta el bebe?
—Aun no lo han traido, la enfermera llegara pronto
—Buen dia señora Alcántara, aqui esta su retoño
Dulce se acomodo para recibir a su retoño emocionada, Caleb la miraba desde un esquina, se veia cansada, desmejorada y aun asi su alegria era desbordante
—Puedes acercarte Caleb, el bebé no muerde, solo te va a desfalcar tu dinero
Caleb sonrio un poco y camino con cautela hasta la cama, sentandose en el filo al ver como Dulce daba de lactar al niño mientras el la miraba fascinad