Nolan no supo qué decir.

El coche avanzó lentamente hacia la Villa Isla del Este. Nolan no sabía cómo llevarse bien con su hijo durante el viaje, pero en su corazón había un deseo inexplicable de acercarse a él.

Lo bueno fue que Waylon no le puso las cosas difíciles en ese momento y tomó la iniciativa de iniciar una conversación con él. En este momento Nolan tiene la mente de un adolescente, por lo que no le resultó demasiado difícil hablar con un niño de ocho años y medio.

Maisie giró la cabeza para mirar al dúo de padre e hijo y le preguntó a Quincy en voz baja: "¿Así se veía Nolan cuando tenía 17 años?".

Quincy asintió. "Sí”.

Luego, suspiró levemente y continuó. "El Señor Goldmann solía ser así en el pasado antes del incidente que involucró a la Señora Goldmann”.

Maisie no dijo nada mientras miraba a Nolan. Nolan solía ser un hombre que desprendía un aire indiferente e imponente que hacía que la gente tuviera reacia a acercarse a él. Sin embargo, ahora se había vuelto mucho má