Mundo de ficçãoIniciar sessão
Cuando estoy revisando el papeleo siento su olor, camino hacia el como poseído, ella está aquí pero ¿por que?.
—Mi luna—. Digo al verla.
—Necesito ayuda por favor—. Dice con voz rota.
—¿Que te sucedió?—. Corro hacia ella la reviso con la vista haber si tiene algún rasguño o algo, el olor de ella mezclado con él de ese hombre me golpea. —Yo lo mató—. Digo en un gruñido.
—¿A quien vas a matar?—. Pregunta Joseph.
—¿
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EmilyPasar toda la noche en vela me tiene mal, como voy aceptar venirme a vivir con Darían, estoy delirando, ¿cómo le voy a decir a los abuelos o a mis papás?Pero por mi hijo lo haré, si no supe cómo lidiar lo de sus colmillos, como voy a lidiar con su lobo o lo que venga luego, por la diosa luna todo esto pasa con los licántropos, bueno todos pasamos por cosas, no similares, pero todos tenemos nuestros males ¿no?—De acuerdo mi luna—. Dice aceptando mis condiciones. —Y para que lo sepas Megan no es mi perrita, solo te quiero a ti—.—Me da igual Darían, esto lo hago por mi hijo, no porque quiero estar contigo o porque mi lugar es a tu lado, solo es por él—. Señaló a Maikel, puedo sentir su dolor lo ignoro, me levanto y voy con mi hijo. —Amor como te sientes—.—Mejor mami ya no me duele, pero tengo sueño—. Sonrió.—Duerme amor yo estaré aquí—. Acaricio su cabello castaño y le doy un beso.—Estaremos aquí contigo campeón—. Dice Darían poniendo una mano sobre la mía y con la otra toma
Jugar sucio 2.
—Hola mami Darían se quedo toda la noche conmigo—.—Sí eso parece ser—.—No hagamos mucho ruido—. Le digo. —Vamos a darte una ducha—. El se levanta y vamos a al cuarto de baño.Lo ducho, lo visto, se lava sus dientes y salimos. —Amor quédate aquí voy a preparar el desayuno—.—Para los tres—. Asiento.—Ya vengó—. Salgo de la habitación, bajo las gradas y voy a la cocina. —Buenos días—. Saludo a todas las mujeres que se encuentran en la cocina, son seis no sé por qué tantas, pero me imagino que no todas atienden la cocina.—Buenos días luna—. Dicen tres, las otras solo me miran con desprecio. —Necesita algo—. Niego.—No yo misma lo hago gracias—. Voy al gran refrigerador que hay aquí, vaya que Darían no se anda con cuentos todo lo quiere grande.Saco los ingredientes para preparar el desayuno, exprimo algunas naranjas para hacer jugó, después de media hora tengo el desayuno listo.—Que rico huele—. Dice Joseph entrando a la cocina. —¡Luna! que hace aquí—.—Preparando mi desayuno, quiere
Jugar sucio 3.
—Megan y yo si estuvimos una relación para no llamarlo una aventura, pero te juro que solo fue eso una aventura, eso acabo hace siete meses cuando ella quiso que formalizara nuestra supuesta relación, ella se fue para no volver, no entiendo que hace aquí y no me importa, no quise ni quiero nada con ella, y ese día no estaba haciendo nada con ella, ella entró al despacho, pero te juro que la vi con ropa, jamás tocaría a otra mujer que no seas a tú—. Me mira a los ojos. —Te amo a ti solo a ti mi amor—. Se acerca y devora mis labios, correspondo su beso hasta quedarme sin aliento.—Yo también te amo Darían—. Okey lo dije, se siente bien sacarlo.Él me presiona contra su duro cuerpo, y vuelve a besarme...Los siguientes días era lo mismo, Megan saliendo de la habitación de Darían, pero Darían dormía conmigo, ¡Ja! la muy ilusa creía que me estaba comiendo ese cuento de que ella estaba con mi machote.La estaba haciendo creer que estaba molesta con Darían, el pobre de Darían no entendía mi
De licántropo a humano y sin mate.
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Hablando de nuestro pasado.
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Hablando de nuestro pasado 2.
(**).—Y tu y yo dormiremos como todas estas noches juntos, o me dejaras solo y con frío—.—Por que te dejaría aguantando frío lobito, hiciste algo por lo que te tenga que castigar—.—No mi luna no he hecho nada, pero quiero hacer de todo contigo—. Lo miro y cruzo mis brazos.—Eso no pasará aún Darían, no creo estar preparada aún—.—Como eres de mal pensada mi luna morbosa, no hablo de eso, hablo de ir a la cama y llenarte de besos—. Muerdo mis labios. —Pero si haces eso no me aguantaré más—.— ¡Darían! —. Lo regaño.—Que tu empezaste—. Niego.—Por eso dormirás en el piso—.— ¡Oh! no señorita eso no pasará—.—Me estas retando—. Se acerca a mi.—No mi hermosa luna—. Me toma de la cintura y me levanta, enredo mis piernas en su cadera, sale de la habitación de Maikel y entra a la que estamos compartiendo ahora.—Que vas a hacer Darían no vamos a compartir ducha—.—Por que no, debemos ahorrar agua, tenemos que ser benévolos con la madre naturaleza que tanto nos da—.—Vaya argumento para c
La sorpresa. Parte 1.
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La sorpresa. Parte 2.
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Último capítulo