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Había llegado la hora de la clase con el profesor, ella no podía dejar de mirarlo, esa vez a él parecía no incomodarle, aunque tampoco me correspondía, de la misma manera su amiga le tiro un papel en el que aconsejo a su amiga cerrar la boca, aconsejando que la baba sele podría salir si no lo hacía.

Snowy la miro y le sonrió, el profesor les pide hacer silencio y luego de tres horas su clase termina, todos comienzan a salir al igual que Snowy y su amiga.

—Hasta el próximo jueves, chicas y chicos recuerden repasar —se despidió Patrick—. Pamela nos vemos el próximo miércoles en la clase individual, que tengan feliz día.

—¿Chica tú estás segura de que él estaba hablando en serio? No lo veo muy interesado —preguntó Carleidy

—Antes de ir a su casa le preguntaré, ven, vamos a comer algo, yo invito —dijo Snowy.

Estaban en la pizzería, hablaban de muchas cosas y al ver el reloj se dieron cuenta de que eran las 6 pm, Snowy recordó la hora que él dijo, después de las 7 PM, saco su móvil y pregunto mediante un mensaje, del cual no obtuvo respuesta, pero que no dio importancia, le dijo a su amiga que fueran a casa de ella para que pudiera ayudarla con la ropa que deseaba usar.

—Como órdenes jefa —dijo Carleidy riendo—, estoy muy feliz de que por fin se te vaya a dar esto amiga, me tenías preocupada, pensé que esperando al profesor llegarías virgen al matrimonio. Espera, hay que hacer un stop en un lugar antes de ir a casa.

—¿Es en serio, amiga? Estamos justo a tiempo, apresúrate —dijo Snowy.

—Ven, no seas tonta, después me lo agradecerás —dijo Carleidy llevando a rastras a su amiga.

—! ¡DIOS! —exclamó Snowy—. No entraré allí, estás loca a un sex shop amiga, ven vámonos, no voy a entrar allí.

—¡Oh sí! ¡Si lo harás ven vamos compararemos una lencería para que dejes loco al profesor Patrick, oh por DIOS!! Amiga mira, esto se verá tan sexy en tu trasero y mira es justo tu talla, nos llevamos este.

—Estás loca Carleidy, date prisa, no quiero que el profesor se arrepienta.

Lograron salir del sex shop, la amiga conducía, mientras habla de lo bien que se vería aquella lencería al ser usada por su amiga, al llegar a casa le ayuda después de que esta se hubiera duchado y usado lencería a ponerse un poco de maquillaje, usa su perfume favorito y poco de labial de un tono al natural de sus labios.

—Estoy lista, ¿te gusta como me veo? —preguntó Snowy nerviosa.

—Estás guapísima amiga, el profesor va a quedar enganchado a ti, ven aquí dame un abrazo, espero que todo salga bien y que la pases bien. Ven hora de ir a dejarte a tu cita.

—Amiga, estoy muy nerviosa, hemos llegado, ¿puedes esperar a que me abra para irte?

—No tienes ni que decirlo, por supuesto que te esperaré ye a tocar, me iré en cuanto abra la puerta.

Snowy se acercó y tocó la puerta varias veces, al ver que no abrió, se giró con dirección a su amiga con la intención de marcharse, pero esta empezó hacerle señas que no comprendía, hasta que se giró en dirección contraria.

—Hola Snowy —saludo Patrick —sigue por favor.

Le hizo señas a su amiga y ella se fue, cierra la puerta y le pide que se siente y espere mientras él termina de hacer una llamada, él se fue al estudio y ella se quedó a esperar en la sala, pasaron 15 minutos y el regreso

—¿Qué haces, Snowy? —preguntó Patrick—. ¿Te apetece un jugo o algo más fuerte, quizás, tengo vinos, cerveza o whisky que te apetece?

—Solo agua, por favor.

—¿Agua? Estás segura, no quieres algo más fuerte o quizás un vino, te ayudará con los nervios. De acuerdo te traeré agua, Snowy has llegado un poco temprano, tengo algunas cosas por hacer. ¿Te importaría ayudarme a preparar la cena?

La cena estuvo y comieron, luego de eso él le pide permiso para ducharse, mientras le contaba que había tenido un día muy ocupado, al tiempo que le pregunta por el de ella.

—Universidad y familia —respondió Snowy

 Le pregunto si tenía novio, se echó a reír cuando le respondí que no, porque lo estaba esperando. Él salió de la ducha y ele pregunto de nuevo que hacía al verla husmear entre sus cosas, ella se giró con en su dirección dejando ver que solo olía sus perfumes.

—¡Hmmm que bien huele! —susurró Snowy —huele a usted profesor.

—¿Estás hablando sola? ¿Por qué susurras si no?

—No, yo solo estaba opinando sobre este perfume. ¡Madre mía!

—¿Qué sucede Snowy? Parece que has visto un fantasma.

—Nada —respondió sin evitar morder, su labio inferior al verlo allí parado con la toalla cruzada entrelazando sus dedos en su cabello húmedo, su físico era más atractivo de lo que se podía apreciar cuando estaba vestido, lo vio acercarse y se puso nerviosa.

—¿Así que no has estado con ningún chico porque estabas esperando a que fuese yo el primero? Dime Snowy que pensabas hacer si esta oportunidad no se hubiera dado. ¿Hubieras seguido esperando Snowy?

Snowy se había quedado paralizada ante la cercanía que había establecido entre ellos, su amado profesor, aunque había imaginado ese momento cientos de veces, estarlo viviendo era algo completamente diferente, era su profesor y delante de ella, con poca ropa, sin ropa, de pies a escasos milímetros de sus labios.

—Tú eres una chica muy hermosa, no entiendo por qué te aferraste a una idea tan absurda, Snowy nunca te di motivos para que esperaras tal cosa de mí.

—¡Lo sé! Pero el amor no necesita motivos, supongo que solo me enamoré, espere todo este tiempo porque no quería que me rechazara y la verdad no sé cuento tiempo más hubiera esperado, no estoy loca, profesor, aunque parezca, solo estoy enamorada y el amor nos hace cometer estupideces, pero mi amor es sano aunque no parezca yo podría renunciar a usted si eso lo hace feliz yo estaría feliz.

Él se acercó y le pregunto si se está cuidando, ella abrió los ojos al comprender la pregunta que el hombre hacía aun cuando estaba allí para perder su inocencia con él.

—Eres muy linda e inocente Snowy, espero que tanta espera valga la pena, espero hacerte sentir lo que esperas de mí. ¿Estás segura de esto?

—Estoy nerviosa, pero estoy muy segura.

—No tienes que estar nerviosa, Snowy, haré todo lo posible para que sea una experiencia inolvidable para ti. Haré que valga la pena.

Aunque él no conociera, los sentimientos de Snowy eran tan grandes que lo tenía en un pedestal, para ella ya todo estaba siendo perfecto, todo mejoro para ella al sentir sus caricias lentas, sus besos con pasión, las cosas que le decía y la forma en que le estaba haciendo sentir, habían hecho que ella pensara que era perfecto, que era un Dios hecho hombre, había quedado más flechada de lo que había llegado aquella casa, dudando si su idea de alejarse después de eso, se cumpliría.

—Señorita, lamento despertarte, pero tengo que terminar de cumplir con tu sueño, te dejaré sin motivos para quejarte, hay que hacer que sea inolvidable para ti — dijo Patrick despertando a Snowy. —¿por qué te cubres tienes vergüenza después de que hemos pasado la noche juntos, después de todo lo que hiciste para terminar en mi cama?

—Por supuesto que tengo vergüenza, no creo que sea el tipo de mujer que suele tener.

La exesposa de Patrick era una mujer voluptuosa y con diferencia a Snowy curvas muy llamativas.

—¿Qué quiere que hagamos ahora, profesor Patrick? —preguntó finalmente al salir de la cama.

—Debo hacerte el amor de nuevo para que no tengas quejas, es necesario que tanta espera valga la pena, ven vamos a un lugar te gustara. No tienes que estar insegura, tienes un hermoso cuerpo y tu rostro es aún más bello.

 

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