Anthony Cooper.
20:15 - Restaurante - Nueva York - USA.
- ¿De qué vamos a hablar? - le pregunté sin soltarle la mano.
- ¿Cómo eras de pequeño? - No me esperaba esa pregunta.
- Bueno, era una niña bastante callada a decir verdad, siempre me quedaba en casa ayudando a mi mamá con las tareas domésticas, aunque siempre me decían que comiera menos. - Puso los ojos en blanco, haciéndome reír.
- Sin duda nuestras familias se llevarían bien en ese aspecto. - dijo malhumorada.
- No te preocupes, mi amor. Ya no me importa lo que mi familia piense de mí.
- Sólo a mí, amor. ¿Cómo puede una madre creer a una mujer que apenas conocía y dudar de su hijo? - Sonrío levemente ante eso.
Me encanta cuando me protege, me hace sentir querida.
- No te preocupes por eso, es cosa del pasado y no vamos a sacar el tema en nuestra primera cita oficial. - Ella soltó un suspiro.
- Sí, tienes razón, amor. Te pido perdón.
Volví a besar cariñosamente el dorso de su mano.
- No tengo nada que perdonar. - Sonrió.