°Narra Morelia Dalas°
—Señorita ¿Entonces te quedas aquí o vas a dormir a mi habitación? —me cuestiona la abuelita mientras Kenny literalmente está implorándome con la mirada para quedarme.
Contengo mi sonrisa satisfactoria, apretando mis labios y detallándolo con esa linda expresión, parece un enorme gato de peluche con lindo traje rosa esperándome sobre la cama. Hasta podría compararlo con el gato con botas, debido a que suele ser siempre áspero, pero que cuando quiere algo logra poner un gesto demasiado tierno.
Si... eso es… es mi enorme gato con botas.
Me giro a ver a la abuelita, despertando de lo infantil que estoy siendo y afirmo con mi irreparable sonrisa.
—Si, no se preocupe, no… quisiera alejarla de su comodidad —mi voz inevitablemente se muestra algo temblorosa, y mis manos se aprietan entre sí