“Jefe sé mi amante” Salían de los labios de la joven mujer, dirigiéndose al CEO de la compañía en medio de la noche, mientras se encontraban en una reunión de celebración que la empresa festejaba por el jugoso contrato que acababan de concretar. Morelia, ya pasada de copas mantenía arrinconado a su jefe en la fría pared que, la observaba petrificado a ojos bien abiertos por su inesperada reacción. Aquella mujer, era tan tranquila y correcta, que nunca él se imaginaría que ella podría decirle dichas palabras. *** Morelia Dalas, llevaba trabajando un año en la empresa y desde el primer día que lo conoció, se enamoró locamente a primera vista de ese apuesto hombre. Sin embargo, debido a que siempre ha sido una mujer demasiado tímida, nada sociable y con un complejo enorme de baja autoestima, todo el tiempo a permanecido admirándolo en silencio. Kenny Stewart, el CEO de la compañía, fue un multimillonario que en el pasado decidió renunciar a su herencia y dinero, para comenzar desde cero con su vida en este nuevo rubro de la industria del Marketing, creando así una pequeña empresa de publicidad “MS Company”. Él aunque se muestra cordial ante todos, tuvo un pasado un poco complicado y lleno de arrepentimientos que supuestamente con precisión nadie sabe. No obstante ¿Qué hará él?, cuando se dé cuenta que misteriosamente Morelia lo añora con todo su ser, pese de que, es la única que sabe exactamente todo sobre su historial que ante los ojos de cualquiera ¿lo haría convertirse en un perfecto villano? ¿Kenny logrará salir del conflicto mental en la que esta mujer lo induciría por sus extraños actos? Una persona pura con muchos secretos y un ser que fue hostil y malvado en el pasado. ¿Lograrán complementarse a la perfección?
Leer más—Quítate los lentes y suéltate el cabello —me dirige mi jefe mientras nos encontramos en un cuarto de hotel —me preparo primero y luego entras tú.
Asiento tímidamente y él se direcciona al baño a darse una ducha.
Mi cuerpo está temblando completamente y no es porque no quiera, he vivido amando a mi superior durante mucho tiempo, siento que esto pareciera que no es real.
Creo que estoy tan ebria, que mis sentidos bajos van en aumento, por lo que, ni siquiera siento vergüenza al estar aquí.
Mi tonta petición obtuvo resultado, no lo comprendo, pero si esto es un sueño estoy dispuesta a llegar hasta el final.
Me quedo de pie en medio de la habitación observando cada detalle, es un ambiente muy lujoso y altamente sofisticado, nunca imaginé algún día encontrarme en un lugar de tal alcance y mucho menos solo para tener sexo.
Desato mi cabello que se encuentra en un moño como me lo indicó, guardo mis lentes en mi cartera y dirigiéndome hacia la cama, tomo asiento pensando en la razón de porque él aceptó.
Todo es confuso.
Quiero decir, no soy hermosa ni atractiva; mi cabello hasta el hombro, enroscado de forma alborotada como si fuera lana de oveja, me hace aburrida y ni que decir de mis tontos anteojos que siempre conllevo por mi fuerte problema visual; mi vestimenta es muy simple y normal, faldas hasta debajo de la rodilla y blusas sin color son las que me identifican día a día, y sin hablar que a veces se me ocurren usar mis largos faldones que me hacen sentir más cómoda.
En resumen, simplemente soy una completa mortal sin estilo ¿Entonces, por qué?
«¿Quizás está más ebrio que yo?»
—¿Lista? —sale del baño con una toalla en la cintura, si no fuera porque aprieto mi mandíbula creo que estaría a punto de babear.
Su cuerpo bien delineado por esplendorosos músculos me deja en agonía, lo único que llega atraerme y preguntarme de qué le sucedió, es aquella pequeña marca que tiene cerca a la costilla. Parecer ser la de un puñal.
Niego con la cabeza y me requinto que no es momento de analizar nada, entonces asintiendo me levanto y me dirijo hacia el baño.
«Debo estar loca» pienso dentro de mí con mis sentidos en modo cero.
Sé lo que estoy a punto de hacer, pero no tengo arrepentimiento alguno.
Termino de darme la ducha y me envuelvo en la bata, no me preocupo por mi maquillaje porque es usual que el Señor Stewart me vea así. Salgo del baño y lo veo sentado al ras de la cama, en modo reflectivo con la mirada gacha y con las manos entrelazadas.
Me acerco, me posiciono a dos pasos en su frente y él al notarme, de inmediato cogiéndome de mi muñeca en un solo jalón, me echa en la cama posicionándose encima mío.
Me quedo a ojos bien abiertos con mi respiración trémula.
«¿Esto es real?, se siente real»
—¿Estás segura de tu petición? —pregunta en modo serio, pero seductor.
Yo sin dudarlo asiento, es algo que he deseado desde que lo conocí.
Se acerca suavemente a mi rostro y siento su aliento agitarse, mi cuerpo siente un hormigueo completamente extraño que me hace querer llegar a la locura. Enrollo su cuello y él parece sorprenderse, lo uno en un solo movimiento a mis labios, y siento que estoy flotando completamente en las nubes al concretar un beso tan apasionado.
Él posiciona su mano en mi cintura y la rodea hasta llegar a la basta de la bata, donde inicia a indagar con su mano mi parte inferior.
Me estremezco en un gemido sofocante que, ni yo sabía que podía realizar y me quedo viendo sus hermosos ojos cafés tan dilatados, que me hacen sentir que realmente quiere que yo, sea completamente suya.
—¡Au! —hago un pequeño gruñido, al intento de posicionar sus dedos dentro de mí, pero de pronto con su rostro ligeramente fruncido.
—Morelia… —se muestra nervioso con las mejillas sonrojándose en aumento—tú… no has tenido relaciones en mucho tiempo, o tú… —parece tensarse un poco —¿eres virgen?
Muerdo mi labio inferior con mis nervios de punta, pero ¿cómo decirle que quiero que, a mis 25 años de severa soledad, deseo que él sea el primer hombre que me toque en mi vida?
°Narra Kenny Stewart°Horas atrás… Aquel día, recordar muchas cosas de mi pasado me devolvieron el alivio que buscaba desde hace mucho. Descubrí que el amor que sentía por Morelia era algo que nunca había cambiado en ningún momento. Sentirla… sentirla otra vez entre mis brazos mientras nos consumían la pasión, me hicieron sentir el hombre más afortunado y feliz del mundo. Ella era mi mujer, y yo… yo la había recuperado después de tantos desastres. Ambos nos olvidamos de todo y permanecimos durante un buen tiempo en aquel almacén. No nos importó el lugar, importó solo nuestros cuerpos unidos y la sensación que queríamos concretar. Fue maravilloso... yo ni siquiera pude dormir por un segundo, debido a los cosquilleos y desesperación (en el buen sentido) que sentía mi pecho. Me acurruqué a ella y disfruté cada segundo a su lado. Morelia al despertarse entre mis brazos, lo primero que hizo fue llorar. Se mostraba incrédula. La abracé diciéndole que todo irá bien de ahora en adelante
°Narra Devorah Casanova°“Ya, váyanse” replico mentalmente.Estoy cansada… muy cansada… —¿Cómo llegaste a mí? —le pregunta Milagros impactada de la situación.—Devorah —susurra él.Ambos, en sincronización se giran a verme, mientras se sostienen aún de los brazos.Sí, yo lo hice. Yo… yo había sido quien unas horas atrás, le había enviado nuestra posición. Ambos tienen derecho de largarse. De hacer lo que quieren.Ya ningún plan que tengo en mente sirve.Los cambios han dado ingreso a otro mejor.—Estúpidos… solo váyanse —murmuro. Mi mano tiembla. Con ese temblor, traspaso mi entrecejo.Todo… todo me da vuelta.Ambos se miran y no lo dudan, los dos salen rápidamente del cuarto.Me alzo con dificultad. Este lugar es una de las propiedades que tengo bajo otro nombre. Es una casa que tengo dentro de la ciudad, pero que es muy tranquila. Hoy los dos hombres que vigilaban a Milagros fueron mandados a otra parte por mi pedido. Por eso puedo caminar sin temor por alrededor.Me retiro los ta
°Narra Devorah Casanova°Había sido abandonada. Aún no sabía cuál sería mi salida, pero el destino quiso que los conociera así.¿Odiar a Weber? Por supuesto... Lo hago, lo hago incluso hasta ahora. Pero creo que gracias a lo que me hizo, las cosas siguieron sus riendas y fueron para mejor.Aquel día, el encuentro con Stewart, se convertiría en mi boleto a mi nueva vida. Se volvería mi mina más apreciada. Mi belleza y delicado aspecto, fue lo primero que lo atrajo demasiado. Era un hombre viudo con falta de amor y de cariño. Dándome cuenta de ello, me esforcé en acercarme lo más que podía de modo muy sutil y amical.Encuentros casuales afuera de la sucursal, fueron movimientos sagaces. Encuentros casuales en los lugares donde solía concurrir… fue como siempre lo dijo él… “el destino”. Aunque, en realidad, no fue nada de eso… Utilicé mis ahorros enteros para pagarme estos tipos de casualidades. Sin embargo, valieron la pena.Él me había gustado desde que lo vi entrar por mis ojos, en
°Narra Devorah Casanova°Una niña de diez años en un desagradable orfanato, lo único que quería era crecer. Crecer para salir y comerse el mundo que tanto deseaba. Quería lograr lo que su madre deseaba para ella y así demostrar con el tiempo que nadie podía pisarla más. No obstante, conoció a este joven tan amable quien en poco tiempo se convertiría en un amigo muy importante para ella.Lamentablemente el niño sería el primero en ser adoptado cuando tendría 15 años, dejándola así completamente sola de nuevo. Era un jovencito de buen porte y simpatizaba rápidamente con todos, al solo expresarse en pocas palabras, en cambio, esa niña no tuvo la suerte de ser acogida por su enorme timidez.Muchos años después cuando llegó el momento de cumplir la mayoría de edad, tuvo la oportunidad de salir de ese horrible lugar, fue ahí que un día inesperado se le apareció otra vez el amigo que tanto extrañó en el orfanato.La vida de la niña era un poco dura, pero no andaba mal. Tenía un trabajo de me
°Narra Devorah Casanova° ―¡Estúpida! ¡Hiciste todo mal de nuevo! ―le gritaba mi padre a mi madre mientras me escondía dentro de un closet en nuestra única habitación. Me ocultaba del monstruo que siempre venía a casa después de beber. Mi llanto era intenso… intenso era poco. Pero nadie me lograba escuchar ya que cubría siempre mis labios. Temblaba, mi cuerpo no dejaba de hacerlo mientras escuchaba también el llanto desgarrador de mi madre. Los golpes siempre se formaban más intensos, pese de ello no salía. Mi madre a la distancia veía hacia el closet y realizaba esa mirada de pena. La pena que sentía porque le daba este tipo de vida a su única hija. Después de permanecer por largo tiempo en esa oscuridad, salía cuando todo quedaba en silencio. Como otras veces, encontraba a mi madre ensangrentada en el suelo. Ella se quedaba dormida siempre. O en realidad, con el tiempo comprendí que terminaba desmayándose. Cogía un pañito y la iniciaba a limpiar poco a poco la sangre que le de
°Narra Morelia Dalas° Ante lo que acabo de decir, mi sonrisa es imborrable, mi barbilla se muestra alzada como si de algún tipo de respeto le tuviera al señor Spraw.Obviamente es todo mi sarcasmo. —Tss… Igualada —refunfuña la señora mayor con un terrible semblante de incredibilidad.—¡Como esta se puede expresar con este tipo de palabras! –sigue la más joven con enojo—. Señor Spraw, ¡esto es inaceptable! ¿cómo puede permitir que esta cualquiera le diga suegro?Observo bien a la chica, y la reconozco finalmente.—Kenny, no puedes hacerme esto —grita ella misma. Se ve completamente roja de la rabia.—De todas las personas, no esperaba verte aquí —Kenny, ignorando a la mujer, le dice con disgusto hacia su padre.Spraw reluce una pequeña sonrisita maliciosa y posa su mano al hombro de la chica.―Tranquila Belunia, pido paciencia todo se solucionará —menciona apaciguándola. Pareciera que estuviera convencido de cada paso que piensa realizar.―No… Señor Spraw, ¡no puedo con esto! Esto es
Último capítulo