_ Discúlpame si me he excedido Hannah_ dijo Ares suavizando su tono de voz al ver la expresión temerosa de Hanah.
_ Cómo que; si se había excedido? se preguntó la joven así misma mientras miraba a Ares. Pero lo que más la sorprendía era que hubiese irritado a su marido con ese comentario acerca de su disponibilidad con otros hombres.
_ Estoy estresado es todo... Además, sé tú no eres ese tipo de mujer. Si no, jamás me habría casado contigo_ añadió Ares, mientras se pasaba una mano por su húmedo cabello.
_Qué tipo de mujer? Una mujer infiel? ¡Vaya inquietud para un hombre como Ares! Porque él era un rompecorazones, poseía todas las virtudes valoradas por las mujeres: tenía personalidad, buena apariencia, era sexy, rico, poderoso... Cuántas mujeres se arriesgarían a perder al inigualable Ares Prokopis para acostarse con otro hombre?
Hanah observó en silencio como Ares subía al dormitorio, mientras se le hacía un nudo en el estómago, deseaba a ese hombre más de lo estaría dispuesta a adm