Ares se encontraba inmerso detrás de su escritorio con la cara metida entre el montón de carpetas y papeles que tenía esparcido por su gran escritorio de roble europeo. Cuando de pronto sonó el intercomunicador de su oficina, saliendo por este la voz femenina y profesional de su secretaria.
_ Señor Prokopis, la señorita Marshall desea verlo_ dijo la joven mujer por el aparato.
Por un momento Ares levantó la mirada hacia la puerta cerrada de su oficina y el rostro se le endureció.
_ Cual de las señoritas Marshall, desea verme?_ respondió él áspero.
_ La señorita Monique Marshall señor_ le respondió su secretaria, un poco nervioso al sentir la tensión.
_ Dígale que no estoy_ dijo él apretando el botón en tono burlón, sabiendo que Monique lo estaría escuchando directamente.
_ La señorita se niega a marcharse señor, insiste en verle, dice que tiene información importante que a usted le interesa señor Prokopis_ le respondió la voz de la mujer.
Ares titubeó por un segundo, no le gustaba que