La Perspectiva de la Tercera Persona
"Eda, sé que tengo mal genio, pero así he sido toda la vida". Yvonne levantó la cabeza y miró a Howard, que seguía en el tejado. Por primera vez, se dio cuenta de lo fracasada que era y sintió una profunda tristeza por sí misma.
Yvonne había entrado en razón. Eda se sentía apenada por ella. Limpió las lágrimas de Yvonne con un pañuelo. "¿Por qué no vas a sentarte en la sala y me dejas esto a mí? Yo me encargaré de los asuntos con Rowena también. Solo mantente al margen, ¿de acuerdo?".
Yvonne miró a Eda con una expresión complicada. Quería decir algo, pero no lo hizo.
"Déjame encargarme. ¡Confía en mí!". Eda detuvo a Yvonne antes de que dijera algo más.
Finalmente, Yvonne decidió confiar en Eda. Tal vez fue porque Yvonne