Capitulo 31.| El nacimiento de una Diosa.
POV : TARA.
El día había llegado, me sentía ansiosa por eso, era feliz por primera vez en mucho tiempo, el dolor que había llegado a sentir había dado lugar a unos minutos de paz, calma y tranquilidad que valoré más que nada.
Huí por unos cuantos años, pero después de tanto sufrir en silencio ya no lo haría más, esta vez lo voy a enfrentar de la única forma que sé.
«Haciendo trampa» Había perdido la confianza en los seres humanos, lo cuál era algo muy complicado de recuperar.
— ¡Ah! Mírala ahí, está. Tenías razón, ella siempre viene aquí. — Midas apuntó la banca dónde me encontraba sentada.
Me gustaba sentarme en este parque y observar a las personas, algunas parecían tan felices y tan normales, que sentía envidia por ellas.
— ¿Estás bien, Tara? — Bastián me preguntó.
Yo negué con mi cabeza y guardé q silencio por unos segundos, hasta que después me animé a contarles.
— Mikhail Petrova, dijo que las mujeres cómo yo no valemos nada, que le divierte oirlas suplicar de dolor.
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