—Incendiaron el bosque y hemos estado intentando apagarlo —habló rápido y de pronto recorrió con la vista la casa—. ¿Dónde está Takeo, Meir y Craig? —el miedo a la respuesta es palpable—. Selig, dime que no están…
—Todavía no —respondió afligido Selig.
—No importa si aprueban mi decisión, pero no esperaré. Iré en este instante por mis amigos —señaló a la distancia y se puso bravo—. Sé por experiencia propia que unas simples horas pueden quitarte la vida.
—Nadie va a esperar, estoy cansada de que nos sigan atacando —abogué y solté la mano de Berwin y Selig—. No importa si estamos preparados o no, nos arriesgaremos. —dije decidida.
—No irán a ningún sitio sin nosotros —la voz de papá me calma el corazón angustiado—. Alinor te presento a tu hermano Frixo. —Señaló al chico que por poco iba a matar cuando estaba sin recuerdos.
Frixo se aproximó hacia mí, luce ropa deportiva y tiene su cabello rizado castaño.
—Mamá, me habló tanto de ti que ya te conozco —su emoción por verme es grande y re