Lanzo una risa seca mientras me limpio el interior de los ojos en un intento fallido de dejar de ser un bebé. Lo miro a los ojos y con esta luz parecen brillar. Me mira como si yo fuera la persona más importante para él, lo cual es un pensamiento agradable pero está lejos de la verdad
- Yo ni siquiera sé cómo....- Intento y no logro completar una oración para transmitir lo agradecida que estoy por este gesto.
Básicamente, salto a sus brazos y él está tan sorprendido por la acción que lo derribo por completo, de modo que está acostado de espaldas sobre la manta y yo lo aprieto con un abrazo. Dejo escapar un chillido de sorpresa cuando él se retuerce debajo de mí y rueda para quedar encima de mí.
Él juega con un mechón de mi cabello, luego lo coloca suavemente detrás de mi oreja antes de sonreírme.
- Me encanta lo emocionada que estás por una baratija. Espera hasta que te compre diamantes, perlas y joyas.
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