—Y lo peor es que Lluvia cocina el pescado exactamente como lo hacía nuestra madre. ¡Esto es una crisis enorme!
Sofía le pasó su celular a Ximena.
—¡Llama a mi hermano, dile que vuelva a casa a cenar!
Ximena lanzó el teléfono sobre la mesa.
—No lo haré.
—¡Ximena! ¡Estás empujando a tu propio esposo