—La distinguida posición de señor Mendoza contrasta con la mala suerte de mi empresa en quiebra. ¿Acaso ha venido solo para burlarse de mi derrota?
Viendo el desorden de cajas de almacenaje y las oficinas casi vacías, Luis, señalando a su alrededor, exclamó con amargura:
—¡Ahora señor Mendoza lo ha