Marcus retrocedió asustado, sin atreverse a mirar a Mariana, quien ya se había desabrochado la camisa.
— ¿Por qué te quitas la ropa? ¡Viste ya!
Mariana se acercó a Marcus, apartó las manos de Marcus que cubrían sus ojos.
— Todos afuera dicen que he estado contigo. No importa cómo lo expliquemos, na