Los padres de Griselda acusaban a Ximena de asesinato. Ximena se sintió aturdida, su mente se quedó en blanco, como si todas las personas a su alrededor la señalaran y la culparan, mareándola. Trataba de mantener la calma, sus uñas clavándose en la palma de su mano.
Miró fijamente a los ancianos que