Delante de nosotros hay una carretera que parece no tener fin. El horizonte parece ser el escondite perfecto del sol que se muestra ya a mitad. De lado, sólo se aprecian kilómetros y kilómetros de tierra. Y de vez en cuando, tramos cubiertos de cactus. Podría haber imaginado cientos y cientos de razones para volver a casa: haberme hecho súper famosa y venir a buscar a mis padres para llevarlos a su nueva casa en un lugar suntuoso de California, podría haber regresado para presentarles a mi prometido, probablemente alguna estrella famosa de cine; es que hasta pude haber regresado con la cola entre las piernas, lista para escuchar una y otra vez cómo invertí en un sueño en el que sólo fracase. Muchos escenarios pero en ninguno volvía a casa después de que Cassie Baker me acusara de querer robarle a su novio.
Aclaro mi garganta para llamar la atención de Patrick. Él, a diferencia de mí, luce sereno, con la mirada clavada en la carretera y una mano apoyada en el volante de la camioneta. G