Lo observo por un instante, con aberración, es que no encuentro otra forma de plasmar mi mirada en él. Cuando lo veo a los ojos, es retroceder el tiempo a los días mas espantosos de mi vida, días que fueron los mejores hasta que el los destruyó.
—¿De verdad piensas que voy a dejar que vengas a decir mentiras sobre Patrick?— Espeto mientras sacudo mi cabeza.
Es que es insólito el hecho de que piense que, después de todo lo que ha ocurrido -antes y ahora - voy a creer una de sus palabras.
—La cuestión es esa, Camila— Dice con una serenidad qué encrispa mi piel —No son mentiras y por eso debes saberlo.
—Lars ¿qué demonios?— Suelto mientras lo fulmina con la mirada, alucino al escuchar su voz y el tono con el que se está dirigiendo a mí —¿Te estás escuchando?— Suelto, aunque inmediatamente a