Pasaron un par de días, los empleados ya acostumbrados a Hanna, la trataban como a un miembro más de la familia Ivannovich y Hanna se dejaba apapachar.
Durante esos dos días Igor se había reunido con Nana y con Sören, como ya lo habían platicado tiempo atrás había algunas cosas importantes que discutir, mientras tanto en la prisión, no había cambios importantes, Nathan seguía sin derecho a fianza, visitas, pero por lo menos los castigos habían disminuido.
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-Buenos días amor...
-Buenos días Michael.
-Tu madre llamó hoy, quiere visitarnos.
-¿Aceptaste?
-Por supuesto, tengo un asunto de negocios que discutir con ella y con tu padre y mientras más pronto lo hagamos, mejor.
-De acuerdo...
Dos horas después los padres de Eliss llegaron a la mansión.
-Eliss hija, buenas tardes...
-Hola mamá.
¿Cómo están?
-Muy bien, tu padre viene a discutir unos negocios con tu esposo y yo quiero que demos un paseo al centro comercial.
-¿Al centro comercial?
-Así es, hace mucho que no doy un s