Capítulo 404: Soy su esposo.
-¡Señor el auto de los guardaespaldas no está!
 -Lo sé, no logro verlo por ningún lado, esto es malo...
 Hay que caminar hacia donde debería estar el campamento.
Caminábamos lo más rápido que se podía, yo corría, entonces una ambulancia pasó a mi lado y el pánico me invadió, comencé a correr como un loco aunque el aire me faltaba.
-¡Sofía! ¡Sofía!
Gritaba descontrolado, no sabía que había sucedido pero imaginaba lo peor, sin los guardaespaldas y con una ambulancia...
 Entonces después de tanto correr llegué hasta dónde estaba una multitud, por lo que podía ver, eran estudiantes, todos con chalecos de la universidad a la que asistía Sofía y otra vez el pánico se apoderó de mí.
Corrí entre ellos buscando desesperadamente su rostro, no la veía por ningún lado, los estudiantes me miraban sin decir nada y yo gritaba como un loco.
-¡Sofía, Sofía!
Entonces la vi, sentada en la ambulancia con una manta que la cubría, mojada, despeinada.
 Mi corazón dio un vuelco, ella estaba bien, pero algo