-Vamos a descansar. Mañana es lunes y será mi primer día de escuela. ¿Me acompañarás?
-¿Te gustaría?
-Si. No lo sé, podría ser la única vez que lo hagas…
-¿Por qué lo dices?
-Pues… Si consigues un empleo, seguro no será de CEO y eso te impedirá tener el tiempo y la libertad de llevarme a la universidad. Quiero que por lo menos el primer día me acompañes. Lo guardaré en mi memoria.
Michael frunció el ceño. El comentario de Sofía parecía llevar una doble intención. Mientras, ella lo miraba con devoción y los ojos ligeramente cristalinos como si estuviera conteniendo las lágrimas.
-Bien. Estaré encantado de acompañarte.
Agradecida Sofía besó los labios de su esposo que le correspondió de inmediato, pronto las caricias y besos se volvieron más urgentes y la pareja terminó intimando como siempre. Un par de horas más tarde, sudorosos y cansados tomaron una ducha caliente y se acostaron quedándose dormidos casi al instante.
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A la mañana siguiente...
Por fin el primer día de Sofía en la