—Roberto ¡Ni se te ocurra tocarme, así como andas! —como vio que el hombre no se detenía, sino que estaba decidido a abrazarla así, pidió auxilio a Lacie—. Mamá dile que no me abrace sudado como está.
Roberto vio a su madre y con una expresión de picardía le dijo.
—Necesito abrazar a una de las dos