Cuando bajaron del auto, los recibió una alfombra de pétalos de flores azules como las que le llevaron a primera hora de la mañana.
—¡No puede ser! ¿Estás viendo lo mismo que yo? —preguntó sorprendida y Tommy asintió riéndose—. Este hombre se volvió loco y no avisó —dijo ella con un suspiro de impo