Se limpió las lágrimas, mientras se prometía no volver a llorar por Renaldo Ferrari, sacó una maleta y comenzó a recoger algunas cosas del closet, tuvo una extraña sensación, se giró y se dio cuenta de que su madre le estaba ocultando algo.
—¿Qué pasa? —su madre negó con la cabeza.
—No es nada —dijo