Desde el punto de vista de Calvin

En silencio, me acerqué al límite de la manada. Mi compañera estaba en mis brazos, apoyando su cabeza en mi pecho. No quería sentirme mal, pero la culpa que nos invadía a Ace y a mí se intensificaba a cada minuto que pasaba.

Su voz llorosa y su cara triste eran lo único en lo que podía pensar. Entonces me dolió el corazón y me conecté para consolarla tanto. Por muy enfadado que estuviera, no podía abusar más de ella.

Ella era lo que Ace y yo habíamos echado de menos en nuestras vidas durante mucho tiempo. Todo nuestro cuerpo respondía a su tacto y nuestras vidas estaban en la palma de su mano.

—Calvin —llamó suavemente y luego acarició suavemente su mano por mi pecho.

—Mmmm —respondí, sin querer gemir como respuesta y sorprenderla.

El hermoso cosquilleo que sentí alrededor de mi cuerpo fue la sensación más increíble que jamás había sentido. Me calmaron totalmente y me hicieron sentir bien.

—¿Dónde estamos? —reguntó mientr