La pequeña Eliana lloraba porque no quería que su mamá se fuera y la dejara nuevamente, y como en este momento estaban en plena vía pública, los transeúntes los veían muy raro al ver a la niña llorar.
- Vamos por un café Marleny para que la niña se tranquilice y luego te vas si así lo deseas-.
Le pidió Wilmer a la chica, ya que le dolía que su niña no se quería despegar de ella, y bueno, también él lo hacía para aprovechar la oportunidad que la vida le está dando de estar frente a ella de nuevo.
- Lo siento señor pero no puedo quedarme por más tiempo ya que es muy tarde y debo de marcharme-.
Le respondió Marleny, aunque ella deseaba quedarse para pasar un momento con la pequeña Eliana y con el padre del bebé que viene en camino ya que probablemente no los volvería a ver.
- Te lo ruego Marleny, la niña te ha extrañado por mucho tiempo y le caerá muy bien que compartas un momento con ella-. Le suplicó Wilmer.
- Está bien me voy a quedar pero