Capítulo 6: Hechos

Por su lado, Stefanie, miraba su teléfono y consultaba el buscador local para ver los lugares que tiene cerca o un lugar económico para comer, luego buscaría retomar su viaje por las librerías cercanas para ver precios e igual ver en las tiendas de segunda mano para empezar a crear un presupuesto.

Lamentablemente de nuevo la vida no quería que hoy fuera a ver sus asuntos porque apenas estaba por cruzar la calle, cuando sintió que alguien la sujetó con fuerza de su brazo izquierdo y la giró, donde ella estaba lista para golpear a esa persona, notando que era el abuelo del pequeño castaño.

- Suélteme – dijo enojada ella buscando zafarse.

- ¿Qué le hiciste a mi nieto? – preguntó mientras rechinaba sus dientes por el enojo.

- ¿Qué? – pregunto confundida ella y en eso vio que igual padre e hijo llegaban a donde estaban, donde el pequeño Jin busco abrazarse a ella tratando de calmar sus lágrimas.

- Mami, mami – le llamaba entre lágrimas.

- … - Stefanie miro confundida esta situación, quedándose sin palabras y por inercia reconfortar al niño; donde igual recordó que así le llamo antes, pero busco ignorarlo pensando que este se refería a que había perdido a su mamá.

- Mami sniff… – decía buscando calmarse.

- Repito, ¡que le hiciste a mi nieto! – preguntó Romeo, mientras apuntaba a la chica con su pistola.

- Guarda eso papá, aquí no - le pidió - y tú vendrás con nosotros – ordenó molesto Ángelo sujetando a la chica con fuerza de su brazo derecho.

- No iré con ustedes – declaró molesta Stefanie frunciendo el ceño, pero en eso sintió como por su costado algo metálico le hacía presión, donde ella notó que el pelinegro le había colocado una pistola para hacerle cooperar.

Justo en esos momentos una limusina negra freno de golpe junto a ellos.

- Sube – ordenó Ángelo..

- Tú no me ordenas y no iré a ningún lado con ustedes – contestó ella muy molesta.

- Mami – indico feliz Jin.

- Yo no soy tu mamá – dijo Stefanie mirando a los ojos al pequeño, quien solo inclinó suave su cabeza antes de reír.

- Mami – dijo dejando escapar una suave risa.

Ante eso Ángelo no dudó y tomó a la chica para subirla a la limusina por la fuerza.

- ¡Suéltame!, esto es secuestro – ella buscó resistirse, pero ya la habían metido al auto y este se puso en marcha mientras los adultos bloqueaban las salidas y le apuntaban con sus armas.

- En ese caso nadie te salvará – opino Ángelo sonriendo con arrogancia mientras se acomodaba en su asiento sin dejar de apuntarle – ahora me dirás que le has hecho a mi hijo.

- Yo no le he hecho nada – mencionó frunciendo el ceño escuchando la risa del castaño que jugaba con las manos de ella mientras balbuceaba para sí.

- Bueno, eso estamos por averiguarlo – dijo Romeo serio mirando de forma analítica a la chica.

El camino fue tenso para los adultos, mientras que fue divertido para cierto castaño, quien jugaba con las manos de su “mamá” a la vez que su papá a veces le hacía mimos.

Al llegar obligaron a la chica a bajarse a punta de pistola llevándola a la sala donde Jin se miraba feliz y en eso su estómago gruño haciendo que él hiciera un puchero.

- Puedes dejar ya este aburrido y repetitivo interrogatorio.

- No voy a dejarlo hasta que me digas que le hiciste a mi hijo, ¿por qué se aferra a ti?, y…

- Buaaaaaa.

- Shh… no llores – dijo ella meciendo con suavidad al niño para luego alzar la vista – deja tus reclamos y tráeme algo para que coma.

- Te atreves a ordenar… - preguntó molesto Ángelo, quien de una zancada se acercó a ella listo para golpearla, pero…

- Ángelo yo igual escuché quejarse al estómago de Jin – dijo Romeo, quien sí lo noto y con señas había pedido algo de papilla y una mamila de leche para el pequeño, donde una sirvienta se acercó con una bandeja para ellos.

- Aquí tienen – dijo dejando la bandeja cerca de la pelinegra, quien solo dejó escapar un suspiro para acomodar al pequeño.

- Gracias, a ver Jin – le llamó, notando que el pequeño al ver la comida dejaba de llorar – vamos a que comas y luego a dormir, que ya es algo tarde – menciono mirando que ya estaba oscureciendo.

- Hm… – el pequeño al ver que era comida sólida busco empujar la cuchara, ya que él prefería su mamila con leche.

- … - Stefanie solo arqueo la ceja antes de sonreír divertida – hm… está rico – hablo donde ella comió un poco disfrutando del sabor, notando que Jin la veía de forma curiosa – bueno puesto que no quieres me la comeré – indicó divertida donde el menor le miraba atento – ¿quieres? - pregunto divertida acercándole la cuchara.

- … - Jin miró la cuchara y luego a la chica donde al ver que ella le sonreía busco abrir su boca y dejar que le alimentara.

- Recuerda, no debes decir “no” sin probar – mencionó divertida mientras lo alimentaba.

El castaño al sentir el sabor dulce enseguida volvió a abrir la boca pidiendo más, haciendo reír a la chica quien le siguió alimentando; por su lado, Ángelo y Romeo miraban eso asombrados, ya que habían tenido problemas con hacer que Jin comiera y hasta ya estaban por querer matar al médico porque el niño no quería comer. Jamás imaginaron que una táctica sutil podría funcionar de esa manera con el menor.

Tras acabar su papilla, el pequeño tomó su biberón de leche donde al poco empezó a dormirse, dejando escapar un bostezo, mientras buscaba acomodarse en los brazos de la pelinegra, quien acarició sus cabellos.

- Eres un pequeño mimado – susurro divertida Stefanie, mientras notaba que cerraba sus ojitos y volvía a dormirse – ¿dónde está la cama de Jin?

- Ven – dijo Ángelo, ayudando a la pelinegra para que se pusiera de pie y la guiaba hasta la habitación del pequeño para que ella lo recostara y tras taparlo ambos salieron de la habitación.

- Antes que me vuelvas a preguntar te digo con sinceridad: no le hice nada, yo no sé por qué tu hijo me llama mamá – mencionó seria mirándolo a los ojos.

- Segura que no es un truco para que otra familia busque manipularme a través de mi hijo.

- ¿Otra familia?, ¿a qué te refieres?

- ¿A qué familia perteneces? Chiquilla – pregunto serio Romeo.

- De nuevo hacen preguntas extrañas, pero si tanto quieren saber de mi vida personal yo soy huérfana y ahora gracias a ustedes ya perdí mi día libre – indicó molesta – y ahora si quiero un favor y es que me regresen a mi casa, ya que mañana tengo que trabajar.

- Primero, tú… - empezó a decir molesto Ángelo.

- Ya está el auto, señorita y disculpé al cabezón de mi jefe – interrumpió Giovanni, donde Ángelo frunció el ceño por esa interrupción – e igual como disculpa me atreví a pedirte algo para que cenaras – mencionó entregándole una bolsa con empaques de unicel que olían delicioso.

- Hm… gracias – indicó ella aceptando la bolsa, ya que no había comido. En eso vio a otra persona que se acercó a ella para guiarla a la salida y ayudándola a que ingresara al auto donde esperaban sus indicaciones para llevarla a su casa.

- Habla Giovanni – ordenó Ángelo molesto mientras caminaba de regreso a la sala para sentarse en el sofá y se servía una copa de vino.

- Se llama Stefanie Caruso, es una civil normal sin relación alguna con la mafia – explico el rubio.

- ¿Por qué le llama mamá? – preguntó Romeo, quien igual se sentó en su sofá especial y se sirvió un poco de vino.

- Eso es cosa de Jin, ya que a diferencia de los miles de sirvientas, niñeras y tus amantes; ella le trató con cariño y no lo hizo a un lado como siempre le hacen cuando él lloraba, por lo que al sentirse cálido habló por primera vez y le llamo mamá – mencionó – e igual investigando más a fondo, aquí dejan a tu hijo solo frente a la televisión, donde ve varios programas no aptos para niños, pero creo que los está imitando y por eso a su razonamiento la mujer que le hable con cariño, le trate bien y le dé mimos: es mamá.

- Tch… es decir que Jin se encariño con ella solo porque si – menciono molesto Ángelo.

- Así es – contestó Giovanni.

- Solo porque si… No, está imitando lo que vio en la televisión – recalcó Romeo molesto, ya que nadie estaba cuidando bien a su nieto y este solo estaba imitando lo que miraba, lo cual explicaba por qué tampoco había hablado.

- Les resumo todo lo ocurrido en el día de hoy – dijo serio Giovanni abriendo su Tablet que tenía entre sus manos para enseñar las imágenes mientras hablaba - los ahora cadáveres llevaron al parque a Jin desobedeciendo tus órdenes directas de no sacarlo – narro – Casandra le ordeno a la niñera que fuera a comprarle un café y que ella cuidaría al pequeño, pero justo en eso ella atendió una llamada de su familia y dejo solo al niño – explico – aquí vemos como los niños que jugaban con Jin fueron llamados por su madre y lo dejaron solo, él al no ver cerca a María o Casandra empezó a andar por el lugar, caminando solo por el parque y cruzando las calles – menciono mirando que eso enfurecía a ambos pelinegros – en todo su trayecto nadie le prestó atención o le ayudo, hasta que Jin vio a Stefanie cerca, quien estaba por cruzar la calle y como ella misma te narro – menciono mostrando el video – Jin jalo suavemente su falda captando su atención y ella le vio sorprendida buscando hablarle con calma y cargando mirando a los alrededores buscando a alguien – hablo haciendo una pausa para recuperar el aliento – al no ver a nadie cerca, primero busco la sombra para analizarlo y limpiarlo, ya que estaba algo sucio, al limpiarlo vio tu tarjeta y ya sabemos lo demás, ella buscó llegar a la empresa para preguntarte si concias al pequeño, puesto que eras su única pista.

- Vaya a pensar que fue buena idea de que le dieras a jugar mis nuevas tarjetas, ayudó en este caso – se burló con amargura Ángelo mirando de reojo a su padre, mientras tomaba de un trago el vino.

- Al menos fue un civil quien lo encontró y no uno de nuestros enemigos – opinó el pelinegro con seriedad.

- ¿Y qué hacía ella en ese lugar? – preguntó curioso Ángelo.

- Ella salía de esta escuela – mencionó mostrando las imágenes - donde al principio ves que entra con una carpeta y luego sale sin nada, averigüe y fue a llevar sus papeles para completar su inscripción y recoger su lista de útiles escolares e igual Alessia logró clonar su celular rápidamente y con esto sabemos que en el momento que Jin la intercepto, ella estaba buscando la dirección de la librería donde venden los libros que necesitará para clases e igual parecía retomar su día buscando los horarios del sitio antes de que ustedes la forzaran a venir aquí.

- Entonces es una persona limpia – opino serio Romeo y un poco incrédulo, ya que dudaba que esas personas existieran - ¿y su familia?

- Huérfana.

- Y no tiene familiares lejanos, ¿o algo así? – mencionó Ángelo serio.

- Investigaré eso como prioridad, actualmente conocidos no, pero haré una investigación más profunda.

- Bueno, ya no es tan huérfana, MI HIJO la quiere como su mamá - opinó Ángelo haciendo una mueca.

- Si lo pones en una balanza, al menos ella si cuidara a mi nieto, porque se ve que sabe tratar a los niños, no como tus amantes – se burló Romeo.

- Crea un contrato, dijo que mañana trabaja, ¿no? entonces la obligaré a que acepte el trabajo de niñera de Jin, ya que al menos se ve que ella le cuida bien y no se dejará influenciar por las moscas que me rondan.

- Dices moscas, pero bien que a veces te las llevas a la cama – se burló Romeo.

- Lo aprendí bien de ti o no papá – le contestó con burla mientras se colocaba de pie para caminar a su habitación a descansar.

- Tch, mocoso – se quejó el pelinegro mayor, quien también fue a su habitación.

- Entonces haré entonces un contrato y mañana te lo presento y… - empezó a decir Giovanni, pero fue interrumpido.

- Mañana la traes a primera hora con todo y sus pertenencias, ya que vivirá aquí ahora – ordeno con calma, Ángelo – es huérfana, nadie notara su ausencia e igual no puede quejarse, esto es mejor que su actual casa y adicional le pagaré – hablo aburrido mientras subía las escaleras para ir a revisar a su hijo antes de ir a dormir.

El rubio solo asintió antes de girarse a cumplir sus órdenes e igual mover al personal para empezar la mudanza de Stefanie a la mansión e igual arreglar una habitación para ella.

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