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Me quede en el marco de la puerta, indecisa de si irme o agarrar a patadas a ese infeliz, ¡necesitaba una solución a esto! ¿Pero cómo iba a hacer ahora? ¡Ni vendiendo una de mis corneas iba a poder pagarle a ese infeliz!

-quiero la copia del contrato, yo estoy segura que allí no decía nada de eso! –

Le grite con algo de frustración, pero que es yo ni siquiera lo había leído, apenas me dijeron el sueldo como que me emocione y me olvide por completo de eso.

-no hay ningún problema, marcos, ve y tráele a la señora una copia –

Yo me acerque a ellos y lo mire muy mal.

-soy señorita –

El me miro de arriba abajo otra vez.

-qué edad tienes? -

Me pregunto, la verdad es que no iba a perder mi tiempo respondiendo eso, ¡que se joda! Y si tanto quiere saber mi edad que lea mi currículo.

-eso a ti no te importa –

Le respondí cortante, yo lo miré con tanto desprecio, nunca había conocido a un hombre tan imbécil como él.

-claro que me importa, dada tu condición, tu edad puede ser un factor de riesgo bastante grande, y no quiero pagar por algo que ya tenías –

Empuñe la mano con rabia, este imbécil se estaba buscando un par de golpes de mi parte.

-¿te han dicho alguna vez que eres un imbécil? -

Le pregunte súper indignada, ¡este infeliz! ¡Cómo me molestaba por dios! ¡Tantas personas buenas que se mueren en este mundo y dejan a estos idiotas!

-todo el tiempo, y me halaga mucho escucharlo, ahora deja de perder el tiempo y tráeme una taza de café –

Me quede en shock! Como se podía ser tan idiota? ¿Acaso se tomaba un curso para eso, o él tenía ese defecto de nacimiento?

-no! ¡yo no trabajare contigo! –

Él se cruzó de brazos y sonrió.

-espero el cheque con el dinero para mañana, o de lo contrario voy a meterte a la cárcel, ser un imbécil tiene sus ventajas –

Él se fue y me dejo allí tirada, con la rabia por los cielos, como quería golpearlo.

Marcos llego con los documentos en las manos, yo realmente quería gritarle, ¡cómo pudo engañarme de esa manera tan rastrera!

-esta es la copia –

Yo le arranque los papeles con rabia de la mano y empecé a leer, hasta que llegue a esa cláusula, pero algo más me llamo la atención, si el me despedía no tendría que pagar nada, así que solo voy a aburrir al tipo hasta que se canse de mí, sonreí un poco, ya tenía mi plan trazado, ¡iba a martirizarle la vida!

-donde está la cocina? –

Les pregunte a marcos, el me llevo y me indico donde estaba todo, yo empecé a hacerle el café a don imbécil y ya cuando termine lo escupe dos veces, marcos me quedo mirando con bastante sorpresa, pero no me importo, ¡yo quería salir de este lugar!

-donde le llevo el café? -

Le pregunte, el me hizo señas para que lo siguiera, y ambos subimos las escaleras, ese desgraciado iba a lamentar haberse metido conmigo, cuando nos detuvimos frente a la puerta de su habitación yo no espere a que marcos tocara, simplemente entres y para mi sorpresa él estaba medio desnudo, el me miro con el ceño fruncido y yo camine a él.

-toma –

Le entregue la taza y espere a que le diera un sorbo, cuando el tomo yo sonreí ampliamente.

lo escupí dos veces –

Le dije, el sonrió y siguió tomando del café como si nada.

-por eso sabe a m****a –

Me dijo entregándome la taza, yo quería lanzarle el líquido caliente a la cara, pero eso sería un delito.

-no me vas a despedir? -

Le pregunte, pero el negó con la cabeza, ¡que bastardo!

me perteneces por un año, ahora retírate, o quieres lavar mi espalda? –

Yo respire profundo y le saque el dedo medio, ¡infeliz! Ojalá se resbale de la ducha y se parta el cuello.

-primero muerta que bañarme contigo –

Le dije con rabia, el alargo su mano y me quito la taza de café, yo quede hipnotizada por sus manos, ¡eran preciosas! Dedos largos, uñas almendradas, y ni hablar de sus antebrazos, podía ver las venas infladas en ellos, como me encantaban los hombres con las manos y brazos así.

-quieres un balde? –

Me pregunto, yo lo mire confundida, no sabía a lo que se refería.

-casi estas babeando, sé que soy muy caliente, pero tú no tienes oportunidad conmigo –

Definitivamente se podía ser más imbécil, yo lo fulminé con la mirada y Salí de su habitación, no quería cometer un asesinato en mi primer día de trabajo.

-gordita se te olvido la taza –

Me grito el muy infeliz, yo me devolví de mala gana, le quité la taza vacía con agresividad y Salí otra vez de esa habitación. ¡Esto era como vivir en el infierno!!!

*

Marcos me explico cuál era mi trabajo y esta vez fue demasiado minucioso, ¡claro! Si ya me tenía contra la pared, ahora si podía decirme con tranquilidad como era en realidad este trabajo de m****a.

- o sea que tengo que ser la esclava de ese infeliz? -

Le pregunte, el asintió con la cabeza, era el colmo que ese hombre no pudiera hacer nada por sí mismo, el definitivamente era un dolor en el cu*lo.

-el señor Luciano cena a las 6 de la tarde, tienes que esperar en la mesa junto a el hasta que termine, pero no puedes hablar, él no quiere comer solo, pero tampoco quiere ruido –

Puse los ojos en blanco, ¡ese hombre era un dictador!

-y que más le gusta a lucifer? ¿Que le bese los pies mientras caga? -

Pregunte de mala gana, marcos no me contesto nada, solo quedo mirando sobre mi hombro.

-me gusta esa idea, la implementare en el próximo contrato –

Yo ni siquiera voltee, el no merecía que lo mirara, ¡ese tipo era un maldito completo! No entiendo cómo pueden existir personas así en este mundo.

-mañana empezamos con el entrenamiento, trae ropa deportiva –

Yo voltee a verlo, ¿esto era una broma no?

-estás loco –

 Le dije, pero el negó con la cabeza, ¿como carajos salgo de aquí? Definitivamente iba a hacerle una visita a mi amigo que es abogado él tiene que asesorarme, ¡seguramente hay una manera para poder romper este maldito contrato!

*

-no puedes romperlo, es una de las clausulas, el que hizo esto es bastante minucioso –

Comento mi amigo con algo de asombro, ¡pero a mí su respuesta no me servía de nada! Yo necesitaba romper este contrato a como diera lugar.

-y si coqueteas con él? -

Yo miré a mi amigo y puse mala cara, ni con un palo yo toco a ese infeliz.

-no me dices que él te ve como una peste? Tal vez si lo haces se asuste y te despida –

El tenía un punto, me rasque la cabeza con algo de frustración, no puedo creer que tenga que hacer algo así, ¡porque la vida tiene que ser tan injusta conmigo!! ESTUPIDO LUCIFER!

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