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Tenía una semana buscando trabajo, y en ningún lado querían contratarme, ahora creo que casi golpear a mi jefe fue muy mala idea.

- nada aun? -

-Me pregunto mi hermano, yo levanté la vista del periódico que estaba leyendo y le sonreí, él estaba muy preocupado y eso me ponía mal.

-tu hermana encontrara algo, no te preocupes –

Seguí buscando en el periódico hasta que un anuncio llamo por completo mi atención, estaban buscando un asistente personal ¡y pagaban demasiado bien!

-me voy, regreso en la tarde –

Me levante del sofá que donde estaba y Salí del cuarto de hospital, camine rápidamente en la carretera en busca de un taxi, poniendo mucho cuidado en no volver a encontrarme con ese taxi de m****a.

Para mi suerte el taxi que agarre no era el de él y este sí que tenía aire acondicionado, yo le di las indicaciones y este no me hizo más preguntas, dios mío has que solo sea yo a la que contraten.

*

Cuando llegué al lugar, me di cuenta que era una enorme casa, definitivamente aquí vivía alguien que tenía demasiado dinero.

Yo toque y la reja del lugar se abrió inmediatamente, entre decidida a quedarme con el trabajo, necesitaba esto con urgencia y no iba a permitir que alguien más se interpusiera en mi camino.

-bienvenida señorita –

Me saludo un hombre de unos 50 años, yo le sonreí y miré alrededor, la casa era inmaculada, todo estaba estratégicamente ordenado, esta casa era la fantasía de una persona con trastorno obsesivo.

-buenos días, vengo por el anuncio –

A el hombre se le iluminaron los ojos inmediatamente, yo le entregue mi currículo, pero él ni siquiera lo vio.

-bienvenida! –

Me dijo con entusiasmo, yo arrugue un poco el entrecejo, esto era demasiado extraño no podía ser ¡tan fácil!

-acompáñame a la oficina y te explico un poco sobre el trabajo-

Yo camine con él por la casa, y efectivamente aquí no existía el polvo, todo era perfecto. dios mío! Qué clase de persona puede vivir en un lugar así.

El señor entro a una oficia preciosa y me hizo sentar frente a él en el escritorio, saco un contrato y me lo entrego.

-el trabajo consiste en atender las necesidades del señor, siempre tienes que estar disponible para él, tú te ocuparas de sus comidas, del arreglo de su cuarto y de tener su ropa lista por las mañanas, tal vez te pida que trabajes en algún fin de semana, pero eso te será bien recompensado-

Yo asentí con la cabeza, ahora entiendo el por qué la casa es tan perfecta, seguramente el anciano es un tirano, pero yo voy a ganármelo con mi simpatía.

-y sobre la paga… es lo que dice en el anuncio? -

El hombre negó con la cabeza, y la verdad me sentí un poco decepcionada, ¡yo había venido por eso! Que gran pérdida de tiempo.

-se te pagara el doble –

Creo que mi mandíbula cayó al suelo, si eso era cierto estaría ganando muchísimo más que en mi anterior trabaja y aquí solo tendré que cocinar para un anciano.

Yo le sonreí al tipo, agarre un pluma que estaba sobre el escritorio y fine el contrato, ¡ese dinero me servía muchísimo!

-cuando empiezo? –

Le pregunte, el me arranco el contrato de la mano y me sonrió ampliamente.

-mañana a las 7 de la mañana –

Yo asentí bastante entusiasmada, me levante y el me acompaño hasta la puerta de la casa, cuando Salí de allí me entro una mala corazonada, pero el despeje de mi mente de inmediato, ¡este dinero me iba a servir muchísimo!!

*

A la mañana siguiente me levante más temprano que nunca, llegue al hospital súper madrugada, le conté a mi hermano sobre el trabajo y me despedí de él, después fui rumbo a mi nuevo trabajo, uno que, si me iba a dar mi casa propia, ¡me encantaba tanto pensar en eso! Sé que será un poco más demorado, pero la obtendré.

-buenos días –

Salude al señor en cuanto entre, el me miro como si yo fuese la última de las maravillas del mundo, la verdad es que era un poco incómodo.

-viniste! –

Comento feliz, yo asentí con la cabeza y me acerqué más a él.

-y entonces… que tengo que hacer? –

Le pregunte, mi mirada se fue de inmediato para el hombre sin camisa que venía entrando, ¡carajo! ¡Nunca en mi vida había visto algo como el, su cuerpo era tan perfecto como su cara, su piel bronceada hacían juego con sus ojos color miel, ese cabello negro despeinado lo hacían ver tan sexy!

-quien es ella? –

Demando saber el en cuanto se acercó, el señor le informo que yo era la chica nueva, el sexy hombre me miro de arriba abajo, yo le sonreí un poco.

-cuantas pesas? -

Me pregunto con mala cara, yo levante una ceja, ¿de verdad tenía que hacer ese tipo de pregunta?

-70 kilos –

Les respondí, aunque en estos momentos creo que eh perdido algo de peso.

-cuanto mides? -

Volvió a preguntar, esto ya era raro.

-1.50 –

Le respondí con algo de molestia.

-tienes 20 kilos de sobrepeso –

Yo abrí la boca de par a par, ¿pero este infeliz quien se creía?

-eres doctor? -

Le pregunte con rabia.

-no –

Yo respire profundo, si algo odiaba yo en esta vida era que se metieran con mi peso.

-y entonces por qué te crees con el derecho de decirme si tengo o no sobre peso, ese es mi problema no lo crees? -

El levanto una ceja y me sonrió un poco.

-y el mío, ya que vas a trabajar para mí –

¡Mierda! Por qué tenía que ser este hombre mi jefe, yo ya me había imaginado al típico anciano neurótico de unos 70 años, no a un sexy hombre en sus 30s

-y? –

Le pregunte con prepotencia.

-que puede darte un infarto en mi casa –

Me respondió el como si nada, ¡pero que desgraciado infeliz!

-renuncio! -

Le grité y me di media vuelta para irme.

-dudo mucho que tengas un millón de dólares –

Yo me di la vuelta de inmediato y lo quedé mirando, ¿él estaba bromeando no?

-acaso no leíste el contrato? Me perteneces por un año, y si rompes el acuerdo tendrás que pagarme y dudo mucho que tengas ese dinero –

¡Yo no sabía si reír o llorar, esta m****a solo me pasaban a mí!!

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