― ¡Ya basta, Mark!
― ¿Qué te pasa mamá?
―Tu pasivismo, ¡Eso es lo que me pasa!
―Deja al niño tranquilo, mujer.
―Gracias, papá...
―De eso nada, Richard ¿No ves que tu hijo está a punto de perder su última oportunidad de estar con la mujer que ama?
― Pero, ¿Y qué puedo hacer, mamá? Ella no quiere estar conmigo.
―Claro que quiere, cariño, solo tiene miedo, no la dejes ir, todo se solucionará.
― ¿Tú sabes qué le pasó?
―Aquí en el cielo todo lo sabemos... Ahora, ¡Despierta!
Desperté con una sensación de vacío en mi pecho y con la respiración agitada por el sueño que había tenido.
Los hechos de la noche de ayer eran borrosos para m