18. Capítulo: "Su Delicadeza
—No ha sido nada grave, no te preocupes. Debo tener más cuidado con esa arma filosa. No soy buena en la cocina —hizo un puchero.
Leandro seguía a sus pies, cuidando de su herida. La limpió con delicadeza y le puso una curita al finalizar.
Estaban tan cerca que el corazón de Milenka estaba a punto de estallar.
—¿Quieres hacerme un pequeño favor? —preguntó ella.
—De acuerdo, adelante.
—Solo mantente alejada de todo objeto afilado. Podría ser peor la próxima vez y si no estoy, no me imagino lo que puede pasar.
—En vez de eso, ¿por qué no tomas clases de cocina? Se ve que eres bueno; ni siquiera tienes que esforzarte para que te salga bien —dijo Milenka en voz baja.
Leandro negó y empezó a guardar las cosas de primeros auxilios.
Milenka seguía sentada sobre la isla de la cocina y se quedó allí, sin poder bajar tan pronto.
—Solo soy bueno en algunas cosas. No me siento con la capacidad de enseñar a otros. Lo básico se aprende rápido, pero si estás hablando de la utilización de cuchillos,