Justo al llegar abajo, se encontró con Vicente que venía hacia ella. Sus miradas se cruzaron y ambos entendieron sin necesidad de palabras.
Tomás y Diana los seguían de cerca.
Andrea les explicó: — Papá, mamá, hay un problema en la oficina. Tenemos que irnos un momento.
Tras decir esto, ambos se dirigieron hacia la salida.
Diana les preguntó desde atrás: — ¿Volverán para la cena?
Vicente respondió: — Haremos lo posible.
Media hora después, llegaron al bufete. Nada más entrar, les golpeó una atmósfera tensa y pesada.
Vicente y Andrea avanzaron hasta el centro de la oficina.
Manolo y los demás se acercaron a ellos.
Manolo les explicó detalladamente todo lo ocurrido.
Vicente y Andrea estaban preocupados, pero decidieron no acercarse directamente a consolar a Nora.
Vicente dio unas palmadas para atraer la atención de todos.
Todos lo miraron, incluida Nora, que se puso de pie.
— Escúchenme todos. Dejen a un lado cualquier otro asunto. A partir de ahora, la prioridad de nuestro bufete será g