Micaela Stevens
— ¿Tienes quien te lleve a casa?
— No, Pero soy una chica independiente, ya sabes —Le digo a Máximo mientras me coloco el abrigo que deje en mi casillero el día anterior, por suerte lo hice, la noche no pinta nada bien.
— Vi que estuviste hablando con Collins, No lo había visto desde antes la guerra — me dice con curiosidad, cuando trabajaba siempre pasaba por el bar y entablaba alguna conversación conmigo, pero jamás le presté gran atención debido a que me atemorizaba un poco y Máximo siempre me advirtió sobre el, no es que lo conozca más allá de este local, Pero tampoco le daba buena espina.
— Si, sigue igual de misterioso y millonario que siempre — sonrío para tranquilizarlo, la verdad no creo que se un ser malo, me parece más bien que es alguien que carece de atención.
— Avísame al llegar a casa por favor.
— No te preocupes, estoy segura de que la seguridad de Baltazar me sigue, así que... — Alzó los hombros. Le doy un abrazo y el besa mi frente.
La noche está