Viviendo una Mentira

-Bueno - exclamo saliendo del estudio al lado de May - estuvo bien... Ya tenemos el cronograma de trabajo.

-El lunes comenzamos.

-Pues sí... - camino a su lado hasta un auto color azul.

-Este es mi carro ¿quieres que te lleve?

-No te preocupes, me gusta caminar y todavía no sé donde iré.

-No te entiendo - me mira interrogante.

-Yo me entiendo sólo - sonrió y le abro la portezuela del auto - nos vemos mañana para practicar, ve estudiando el libreto.

-Obvio, pero... - intento que no pregunte más y creo que ella entiende mi mirada -... Ok, mañana nos vemos.

May se va  y empiezo a caminar con dirección al hotel, está vez intento que los periodistas dejen de estarme acosando, entro por la puerta de atrás, la que muchos artistas usan para que los dejen tranquilos.

En el cuarto, encuentro un papel con llamadas anotadas, dos llamadas son de Amélie y las otras son de la productora.  Llamo primero a la productora.

-Buenas noches, me llamaron más temprano.

-Oh si, señor Prescott, la directora desea hablar a solas con usted mañana a primera hora.

-Esta bien, gracias, estaré temprano. - ¿Que querrán hablar conmigo? Bueno mañana lo averiguo.

Llamo un poco reticente a casa para hablar con Amélie.

-¿Hola? - responde la niñera.

-Hola Paola, ¿mi mujer?

-Señor, la señora salió hace una hora atrás, me indicó que la llame después. - Pongo los ojos en blanco, ¿porque no me sorprende?

-Bueno, como no está, puedo aprovechar he ir a ver a mi hija...estaré allá en un par de minutos, Paola.

-Si, señor.

Cuelgo el teléfono, vuelvo a colocarme la casaca y salgo volando para no tardar demasiado, extraño a mi hija, necesito verla y estar un momento con ella.

Unos dieslz minutos después estoy entrando a casa, Paola está con Giselle en el living jugando en su tapete de juegos.

-Hola, mi pequeñita - sonrío como tonto ni bien la veo corro a alzarla del tapete,  ella sonríe y empieza a mover sus manitos de alegría, la lleno de besos y abrazos, extrañaba demasiado verla y sentir su olor. Juego con ella por lo menos una hora y media, cómo Amélie no llega, le doy un duchazo y la preparo para dormir.

Unas horas después entra al cuarto y me ve acostando a Giselle.

-Ah ¿estás acá? - pregunta con fastidió.

-Si, vine a ver a mi hija & respondo sin darme la vuelta, me centro en ver a mi hija que todavía se mueve en la cuna.

-Mostraron en un programa de cotilleo cómo entraste al taxi esta mañana, pues hiciste muy bien al decir que estás en un hotel por la distancia y que te acompañe en la tortuosa espera de tu protagónico.

-Como sea... - respondo torpemente, le doy un beso a Giselle, que por fin se durmió y después tomó la casaca que está colocada en la cama y me la coloco rápidamente, no pienso estar ni un minuto más escuchando idioteces.

-Señor, ya está lista su maleta - entra Paola al cuarto su voz bajo unos cuantos decibeles ni bien ve a Amélie que la mira molesta - la dejé en la estancia.

-Gracias Paola...- respondo saliendo del cuarto.

-¿Seguirás viviendo en el hotel? - pregunta saliendo tras mío.

-Si, seguiré ahí... intentaré evitar a los periodista.

-Tienes que venir el fin de semana para sacar a Giselle de paseo.

-Está bien, después estaré ocupado con la película, tengo viaje programado para dentro de un mes, más o menos.

-¿Podemos ir? - pregunta entusiasmada.

-¿Iras a controlarme ? - pregunto con el ceño fruncido.

-Para pasear, será bueno para la pequeña.

-No lo creo - respondo terminante - no estoy yendo en viaje de placer, estoy yendo a trabajar.

-Bueno, ya veremos...

-¡...Ya dije! - respondo alzando la voz -  bueno cómo sea, estaré viniendo a ver a Giselle y está bien que vayamos de paseo el fin de semana - tomo el bolso después salgo en dirección al hotel, ya es de noche y las luces de la calle se van encendiendo, estoy tratando de sobrellevar la situación con Amélie pero vaya que cuesta, nunca me gustó vivir una mentira y ahora lo hago, muy a mi pesar.

****

A la mañana siguiente me voy al estudio a practicar algunas escenas que necesitan ser practicadas, voy antes porque me indicaron que querían hablar conmigo a solas.

-Buenos días - saludo entrando al estudio.

-Señor Prescott, la directora lo espera en la sala de reuniones.

-Gracias- me dirijo a la puerta y toco.

Desde dentro escucho la voz de la directora..

-Pasé...

-Buenos días, Samanta - saludo entrando al cuarto y cerrando la puerta tras de mí 

-Buenos días Jason, gracias por venir tan temprano - indica mientras me invita sentarme.

-No hay problema - me siento en frente de ella.

-Antes de comenzar las grabaciones, quise hablar contigo de tu personaje. ¿Sabés porqué te elegí a tí teniendo actores experimentados a mi alcance?

-No, la duda la tengo siempre latente.

-Pues porque estudié toda tu trayectoria y aunque no eres experimentado, eres muy atrevido, sé que harás muy bien el papel, sé que no tienes problema en desnudarte en frente de la pantalla, pero también sé que estas casado, ¿crees que tu esposa se hará algún tipo de problema con este tipo de escenas?

"No sé, ni me importa" pienso pero no lo digo.

-Ella se abstendrá de ver la película, ya leyó el libro y sabe de lo que trata, al final el que tiene la última palabra soy yo y como le dije ayer, lo haré sin ningún problema.

-Tendrás que ayudar a May, sé nota que esto no es muy fácil para ella.

-No te preocupes, yo la ayudaré.

-Te pido que manejes a tu esposa, no quiero problemas en mi set.

-No te preocupes Samantha, yo sé manejar a mi mujer, ella no nos traerá problemas - explicó con seguridad, "de eso me encargo yo"

-Bueno, esto era todo lo que quería charlar contigo, vamos a preparar las escenas.

-Sí... - me levanto y la acompaño hasta fuera, mientras espero que estén listas las escenas, veo como la producción trabaja arduamente para empezar con nuestro trabajo.

Una hora después llega May y empezamos a endallar varias escenas, definitivamente es una maravilla trabajar con alguien con quien tienes tanta química, hace que el trabajo sea mucho más sencillo.

​​​​Pasamos la semana trabajando y practicando las escenas, lo que vamos a decir, donde nos tenemos que parar, como tenemos que actuar, etc.

****

La semana pasa rápidamente, el domingo me dirijo a recoger a mi hija a casa, Amélie cómo siempre es un desastre para arreglarse pero ya no importa, yo me pongo unos jean, una polera y una gorra para salir al supermercado a comprar algunas cosas.

Mientras estamos dentro la tienda escuchó el clik de las cámaras observo a mi alrededor, tengo a dos paparazzis que sacan fotos hasta de lo que levanto una legumbre.

-Sonríe - susurra Amélie ni bien nota a los paparazzi.

-¿Para qué, si me siento incómodo con todo esto? - respondo molesto u frustrado.

-Demuestra que somos una linda familia - exclama más molesta todavía - hazlo Prescott o tendrás problemas.

Seré buen actor en frente de la cámara pero en mi vida personal no puedo serlo, pongo cara de molestia e intento terminar las compras lo más pronto posible haciendo caso omiso a las amenazas de Amélie.

Cuando salimos del supermercado, alzó a Giselle la llevo en mis brazos, mientras Amélie está trás de nosotros con el carro de bebé, sé que los paparazzi siguen ahí pero intento ignorarlos y apresurarme a salir de ese lugar.

Una media hora despuésl Por fin llegamos a casa, dejos a los paparazzi en el supermercado y por fin me siento liberado de su asedio.

-¡No puedes disimular! -  grita, ni bien entramos a la casa - ¡Eres un idiota, necesitas esa propaganda!

-Me molesta que me persigan por todo lado con una cámara.

-Esos paparazzis están para subir tú fama, ¿No lo entiendes? 

-¿Mi fama? ¿No entiendo?

-¡Eres un imbécil! La idea es que seas famoso, que subas tu fama por eso hablé con ellos para que nos siguieran.

-¿Que tú qué...? - Preguntó molesto.

-...En sí, les dije donde estaríamos para que ellos nos sacaran las fotos, obvio por algún dinero, la idea es que nos vean como una familia feliz dentro de todos los medios, ahora esas fotos ya deben estar rondandotodo el internet ...pero tú lo arruinaste todo con esa cara.

-¡Esto es ridículo! - grito- ¡deja de portarte así! ¡Estás completamente loca! 

-Tu deja de portarte así - responde desafiante- ¿quieres quedarte sin ver a Giselle, acaso?

-¡No serias capaz! - chillo intentando aguantar mi rabia que cada vez va creciendo más y más.

-Te dije bien claro que quiero esa fama, bañarme con ella y lo haré, quieras o no, no importa los medios.

Suspiro furioso, estoy por hacer una locura pero me aguanto... Mi hija está primero de cualquier cosa y después de esa amenaza debo tener tal vez mucho más cuidado.

No quiero discutir más, o hacer una locura, así que tomo mi chamarra me la coloco en un completo silencio después mi gorra color azul y salgo tirando la puerta, ¡Joder, con todo esto! ¡No sé cómo podré aguantar está situación y por cuánto tiempo! 

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