—¿Correr?

Forest miró extrañado a su sobrino, el chico trató de mirar más allá de la puerta de la habitación y el alfa se puso en medio porque sabía perfectamente que estaba intentando ver a su luna.

— No sé por qué lo dices como si hubiese pedido que fueras a matar a alguien — Red rascó su barbilla — es solo correr, quizás así limemos nuestras… Asperezas.

— ¿Asperezas? — Forest negó — me odias Red y estoy bien con eso así que…

— No te odio tío, es solo que desde que te conozco me has mirado como un insecto y después de robar mi lugar yo… — negó — solo intentemos convivir en paz, sé que crees que tengo algo que ver con lo que dices es la muerte de mi padre y la familia de mi esposa.

— No dije nunca que creyera eso Red — respondió Forest — ¿Te consideras culpable?

Red cerró los ojos durante un momento, se contuvo de golpear cualquier cosa ante la brusquedad del alfa que definitivamente lo hacía desear que desapareciera realmente de la faz de la tierra, pero debía ser más inteligente.

—