Capítulo 177: Madrastra protectora.
La celda volvió a quedarse en silencio.
Korina ya no respiraba. Su cuerpo, antes poseído por un odio incontenible, yacía en el suelo como un muñeco roto, los ojos abiertos pero vacíos.
No quedaba nada de la loba que un día fue Beta. Ni de la mujer que tanto había amado a Zefor en un pasado, ni de la madre que había sostenido a Jareth entre sus brazos…
Sólo un cadáver… sin redención posible.
Connie, aún de pie junto al cuerpo, bajó lentamente sus brazos. Sus dedos temblaban, no de miedo, sino del esfuerzo que había hecho al liberar su don… Uno que esa Reina Alfa no disfrutaba de usar, pues sabía… El final de su víctima era terrible.
Sus ojos celestes brillaban todavía de un tono rojo como joyas de rubí, un indicio de su loba interna alerta, una característica de los lobos rojos.
—Connie… —susurró Gael, apareciendo tras ella en un segundo, como si supiera que ese era el momento exacto.
El Rey dragón envolvió a su esposa con sus brazos antes de que ella se desplomara por compl