Evelyn
Estoy atrapada, atrapada nuevamente en este lugar lleno de dolor y sufrimiento.
Atrapada luego de que finalmente había podido escapar. Y todo porque confíe en quién no debía.
Mi respiración es errática. No puedo creer lo que está pasando.
Clara.
Mi amiga. La única persona en la que confiaba.
Me ha traicionado.
Mis piernas apenas me sostienen, el pánico y la rabia se enredan en mi garganta como una cuerda sofocante. No puede ser. No puede ser cierto.
Giro hacia ella con la vista nublada de furia y dolor.
—¿Cómo pudiste hacerme esto? —grito, mi voz desgarrada—. Confié en ti, Clara. Pensé que eras mi amiga.
Clara me sostiene la mirada. No está sonriendo. No hay satisfacción en su rostro, solo una tormenta de emociones contenidas.
—¿Crees que yo quería hacer esto? —escupe, su voz temblorosa, pero llena de rabia—. Él tiene a mi hermano.
Su respuesta es como un puñal directo a mi pecho.
—¿Ah, sí? —mi voz tiembla de incredulidad—. ¿Y se supone que debo creerte?
Clara aprieta los diente