Con mi espalda sobre el duro piso y Daniel sobre mi

- ¡Daniel! P… Por favor para, necesitas ayuda, este no… Es el momento- Le digo usando todas mis fuerzas para apartarlo, tengo que admitirlo es toda una masa de músculos, su olor, su energía me tiene atrapada. Trato de traer hacia mí la razón, ya habrá tiempo para dejarme llevar.

-Tu eres la ayuda que necesito- Me responde -Eres hermosa, maravillosa, perfecta para mí - Puedo escuchar en su voz, lo excitado que está.

- Ya hará tiempo para esto, tengo que llevarte dónde las tías, ellas sabrán que hacer, como ayudarte, me sentiré culpable si te pasa algo ¡Por favor! Entiéndeme- Le suplico jadeante.

-Prefiero morir en tus brazos, que jamás haberte tenido- Me dice el muy idiota ¿Acaso no me está entendiendo?

- ¿Estás loco? Prefiero salvarte y tener otra oportunidad para amarte, que dejarte moría solo porque usted señor, no puede controlar su lujuria, señor Montenegro- Le hablo en forma formal.

- Solo usted me produce esto, solo usted hace