Capítulo 56: Aysel Ayúdame...
Cuando abrió los ojos vio el azul del cielo, un rayo atravesaba las ramas del copioso árbol, la sombra era magnifica, en el lugar se respiraba una paz, que no sentía desde que despertó, que no quería irse.
Cerro los ojos disfrutando de los rayos del sol que se escapaba por las ramas, comenzó acariciar su vientre que comenzaba a abultarse, y le hablaba de su padre, que era el lobo más fuerte y valiente, de pronto sintió unos dedos cálidos que comenzaron acariciar su mejilla, abrió los ojos sobre saltada, pensando que era Radolf quien venía a quitarle su paz.
Pero cuando se encontró con esos ojos color miel y esa sonrisa tan cálida, no dudo en hacer caso a su impulso de lazarse a sus brazos.
—Yo lo sabía, no estas muerto —lo apretó con más fuerza —tu no estas muerto, ni eres el lobo que me quieren hacer creer —se separo para verlo a los ojos, tomo su cara con sus dos manos y le dio un beso, al momento que toco sus labios, las sensaciones que el despertaba en su interior la recorrieron