(julio 27, 2005, Los Ángeles, California, USA)
(Marcos Cortez.)
Sabía que uno de mis hombres, Héctor se hará cargo de matar a la perra de Selena McNamara mientras yo capturo a su hija. Yendo a toda la velocidad nos llevó poco más de dos horas llegar al rancho en donde mis juguetes se esconden.
Hace un momento recibí una llamada de Héctor, yo solo conteste
- ¿Dime Héctor?
-Está hecho señor, ¡la perra está muerta! – yo corté la llamada sonriendo y solo le dije al colombiano, mi paisano.
-Camino libre, ¡la perra murió! – Este se rio, pues si bien el marido