El enorme lobo color arena levantó las orejas somnoliento y miró a todos lados. Debía ser la hora de la comida porque de lo contrario nadie se acercaba a la glorieta desde hacía días.
— Es el perro de Stefano. En realidad es Fao Jr, el hijo de uno de los lobos de mi hermano Ian, y es la adoración de tu hijo.
— ¿Y por qué no está en la casa, con él? ¿Por qué lo tienen encerrado aquí? — le dijo co