Rosa…
Advertencia: Este capítulo contiene abuso. ¡No es apto para espectadores sensibles!
“Te diré algo. Mientras te follo quiero que tu prometido nos escuche. Quiero que sepa a quién perteneces ahora”. Armando sonrió satisfecho y sacó su teléfono.
“Armando, por favor”, le supliqué. Me dolía todo el cuerpo e intenté moverme, pero él me apretó con más fuerza.
“¡Cállate!”. Volvió a abofetearme.
Oí sonar un teléfono y luego su voz. “Ashton, hola”.
Armando colocó el teléfono sobre mi cabeza y sonrió satisfecho. “Vamos a darle un espectáculo, ¿bien?”.
Se desabrochó la correa y se bajó los pantalones antes de volver a sentarse encima de mi cara. “¡Métetela en la boca, cariño! Chúpamela como hiciste con ese gilipollas”, gritó Armando.
Sacudí la cabeza. “¡No, por favor!”.
Esto enfureció a Armando, así que presionó con un dedo dentro de la puñalada y dejé escapar un grito sangriento, pero pronto fue amortiguado cuando empujó su polla dentro de mi boca. Intenté morder pero no pude. Tení