Dana.
—¡Eso, muy bien! —anima Tati.
Me encuentro algo sorprendida porque no entiendo nada.
—¿Qué sucede? —pregunto al pasar a la sala.
Tatiana choca los cinco con Dafne y luego me llama con un ademán.
—¡Ven a verlo por tus propios ojos! —dice casi saltando de la emoción.
Al acercarme a la mesa para niños de un color rosado, beso la mejilla de Dafne y luego quedarme boquiabierta.
Un rompecabezas de al menos veinte piezas está armado.
—¿Eso... eso? —digo sin palabras.
Dafne se sonroja y esconde su carita en mi pecho.
—Me gustan... —dice en apenas un susurro.
—Es un rompecabezas y ella lo armó solita.
Cargo a Dafne y doy pequeñas vueltas con ella.
—¡Mi bebé inteligente! —digo llenando su carita de besos.
—¡Mamá! —bufa en reclamo—:Basta...
Tatiana se acomoda los lentes y se levanta contenta.
—Necesito que hablemos, ¿podrías dejar a Dafne con Heather? —dice mientras trata de planchar con las manos su bata de trabajo.
Asiento y le sonrío. Después de todo Heather es una joven amable que me ca