Capitulo dos

Dos años después.

Afganistán

Kane

Me aferro a mi arma que está cargada, la tengo sobre mi pecho pero estoy alerta nunca se sabe cuándo el enemigo pueda atacar.  Mi vida ha cambiado radicalmente, ahora me la pasó la mayor parte del tiempo en zona de guerra. Donde una bomba podría explotar cerca de donde estoy, o por el contrario varios hombres armados pueden atacar e intentar matarme. Pero a pesar de todo me siento orgulloso de mi trabajo, me siento orgulloso de contribuir con la seguridad de mi país.

Esta es mi cuarta misión, mi cuarto despliegue. Estos dos años he estado sin parar, incluso rechacé mis vacaciones. Todo por mi miedo a encontrarme con Olivia, con mi sol.  Extraño tanto su presencia, anheló tener su cuerpo conmigo todas la noches frías y solitarias que me tocar vivir, deseo ver su sonrisa, oler su perfume. He recibido varias cartas de ella, sé que esta alterada y sufre como yo nuestra separación. Pero también con el tiempo ha aprendido aceptar mi decisión o por lo menos eso dice en sus cartas. Decidí que esta vez tomare mis vacaciones, lo que significa que en dos meses volveré a casa.

Volveré a verla.

Pero no huiré. Esta vez no.

Y si tengo que enfrentarme a mis hermanos que así sea.

Sigo caminando con mi grupo. Somos veinte hombres, hoy iremos a explorar una ciudad que está abandonada, es peligroso porque hace unas semanas supimos que hubo mucha actividad enemiga. Pero también es muy importante que terminemos con lo que hay en ese lugar. Pueden estar creando bombas para explotarlas en edificios llenos de civiles.

Nike, el líder de nuestro grupo nos hace una señal para que entremos a un edificio abandonado, al estar cerca de él me fijo en las posibles amenazas que pueden estar alrededor, cuido su espalda, así como sé que mis compañeros cuidan la mía.

Entramos al edificio muy alertas pero al no escuchar ruidos y ver que el lugar esta despejado, nos ponemos a inspeccionarlo  muy meticulosamente. Entro en una pequeña sala del edificio donde hay varias mesas y unas mantas en sima de cada una. Cuando tiro de la manta me doy cuenta de que una de las mesas tiene armas.

—Oigan creo que encontré algo—dijo llamando la atención de mis compañeros.

—Mierda—dice Taylor, al cual considero uno de mis mayores amigos en este lugar. Por supuesto los SEAL somos una hermandad, así que todos mis compañeros son mis hermanos me protegen como yo los protejo a ellos.

—Parece que están planeando algo—dice Nike viendo atento  todas las armas.

—El lugar está completamente vacío—lo cual es muy extraño—No creo que son tan tontos para dejas estas armas aquí como si nada—

—Carajo, esto podría ser una trampa—dice Nike—Es mejor que salgamos de aquí—

Acordamos sacar todas las armas de aquí y llevarlas a nuestro campamento. Trabajamos rápido para salir del edifico hasta que de pronto algunos sonidos de disparos empiezan a sonar. Uno de nuestros compañeros nos avisa que varias camionetas con hombres armados están a fuera. Mi corazón comienza a latir rápidamente, en situaciones así nunca se si volveré a casa.

Preparo mi arma y estoy atento para el enfrentamiento, tengo una buena puntería una de las mejores dice mi comandante. Por lo que me pongo en una buena posición al frente para comenzar a disparar al igual que lo está haciendo el enemigo. Le doy a tres blancos fácilmente, pero retrocedo cuando veo la cantidad de hombres armados que hay a fuera, son muchos me temo que más de los que quedamos en mi equipo. Ya que muchos ya han caído o están heridos.

Tratamos de salir del edificio para llegar a nuestros vehículos. Estar en el edifico nos puede volver un blanco más fácil, estos hombres atacan con bombas si estamos en este lugar hay muchas posibilidades de que nos toque una. Pero no nos iremos sin dar pelea.

Los disparos se vuelven cada vez más frecuentes, se están acercando y en este momento crucial decido hacer un sacrificio.

—Váyase intentare cubrirlos— digo firme mirando a Nike.

Me mira dudoso pero sabe que no tenemos muchas opciones de quedarnos aquí podría significar la muerte de todos.

— ¿Estás seguro de que quieres hacerlo?—pregunta.

— Estoy completamente seguro—como tengo una buena puntería espero que se me haga más fácil ganar tiempo para dejar que mis compañeros puedan llegar a los vehículos.

—Yo me quedare con el—dice Taylor posicionándose al lado mío.

Esperamos a ver como nuestros compañeros se van, para comenzar a disparar cuando vemos al enemigo acercándose. Lo bueno es que hemos apuntado correctamente y hemos derrotado una buena cantidad de soldados enemigos, por lo que corremos hasta donde están escondidos nuestros vehículos, donde nuestros compañeros se encuentran.

Taylor y yo subimos rápidamente a uno de los vehículos hasta que este comienza a moverse. Nuestros enemigos nos siguen de cerca, por lo que intentamos dispersarnos y hacerles el trabajo más difícil.

Después de una gran persecución vamos a nuestro campamento.

—Eso fue horrible. Pese que no lo lograríamos hermano—dice Taylor yo asiento agotado.

—Tuvimos varias bajas supe que Ben no lo logro—digo con un poco de molestia. Me enojaba que hubiera pérdidas. Es el sueño de cualquier SEAL ir a una misión y no sufrir bajas pero lamentablemente eso es imposible.

—Es una lástima hermano, era un buen compañero—dice Taylor mientras nos dirigimos a buscar un poco de agua.

En eso escuchamos el sonido de varias explosiones. El suelo tiempla y ante nosotros vemos como una sección de campamento que estaba más alejada queda en llamas. Me quedo paralizado sin poder creer lo que está pasando. De pronto otra explosión cerca de nosotros se presenta asiento que tanto Taylor como yo y todos los que estamos alrededor salimos disparados. Trato de levantarme pero no puedo mi cuerpo está débil. Siento como parte de mi cara arde por el fuego de la explosión, estábamos demasiado cerca. Lo único que alcanzó a ver al final es nuestro campamento hecho ruinas y luego todo se volvió oscuro.

Mi último pensamiento fue mi sol.

Olivia

Empaco mis cosas en la maleta. Espero que todo lo que tengo me dure para dos semanas, pero igual planeo comprar cosas haya en Italia así que no importa tanto. Estoy muy emocionada ha pasado dos año desde que veo a mis abuelos, los padres de mi padre. Viven en Italia así que estoy muy emocionada por el viaje, me encanta poder explorar mis raíces y sobre todo poder aprender un poco más sobre mi padre biológico.

Cuando era muy pequeña mi padre falleció por lo que solo lo pude conocer por fotos. Mi madre siempre me hablo de él, siempre menciono lo buen esposo y padre que fue en su momento.

La familia de mi padre es italiana, vivieron muchos años en Italia, pero mi abuelo tuvo la oportunidad de tener un mejor trabajo aquí en Estados Unidos. Lo que los llevo a mudarse, mi padre era el menor de cinco hijos, el más tranquilo por lo que me cuenta.  Cuando cumplió los veinte decidió a listarse en el ejército, quería servir al país que tanto le dio. Un par de años más tarde conoció a mi madre en una cita que le había hecho unos amigos en común. Según mi madre fue amor a primera vista, nunca más se volvieron a separar, pero mi padre siguió trabajando para el ejército y solo basto para que seis años más tarde muriera en una misión a Irak. Murió defendiendo a sus compañeros y salvando la vida de muchos.

Mis abuelos no soportaron el dolor tan solo un año antes habían perdido a su hija mayor en un accidente de tráfico.  Por lo que ambos decidieron volver a Italia.

Siempre me alegro que a pesar de la distancia mi madre siempre me motivo a estar en contacto con mis abuelos. Recuerdo de niña nuestros viajes a Italia con un gran agrado, incluso los viajes a chicago donde están mis tíos y mis primos. Nunca me mantuvo separa de esa parte de mi familia, incluso cuando se casó con Vince, al contrario siempre me incentivo hablar con mi familia así fuera por mensajes de texto o llamadas, incluso me pago un curso para que aprendiera italiano y cuando ya lo estaba dominando me llevo a que me quedara un año entero con mis abuelos.

Y fue un año increíble, mis abuelos viven en un pequeño pueblo de Silia. Es un pueblo costero, por lo que disfrute de la playa, además aprendí mucho sobre la historia de Silia y sobre la vida de mis abuelos. Sé que siempre lucharon por darle una buena vida a su familia y cuando las cosas se pusieron muy duras hicieron lo posible por sobrevivir y darles un buen futuro a sus hijos a pesar de que fuera muy lejos de su patria.

Cuando ya termino de empacar mis cosas, voy en busca de Tony y Shane. Los encuentros en la sala de estar esperándome, Shane me ayuda con mi maleta lo que le agradezco.

— ¿Lista para este viaje?—pregunta con una sonrisa Tony. El preparo todo el viaje, cuando le hable de cuando extrañaba a mis abuelos hace un par de días y así como si nada movió todo para que pudiera ir por dos semanas enteras.

—No sabes cuánto—digo.

—Bueno siendo así será mejor que vayamos al aeropuerto— dice Shane. Sé que no estaba muy de acuerdo con el viaje, es muy sobreprotector y siempre intenta protegerme,  por lo que siempre quiere estar vigilándome y haya en Italia no podrá hacerlo.  Pero después de que Tony hablara con él. Pudo convencerlo de que era una buena idea, necesito pasar tiempo con mis abuelos después de todo.

Y más después de lo Kane.

Han pasado dos años desde que se fue, no viene a las vacaciones que le tocan o a los eventos familiares. Mayormente nos comunicamos con él por cartas y correos electrónicos, fue muy duro desde que se fue, pero afronte que era lo que él quería y tenía que aceptar su decisión. Pero todavía duele, lo amo al igual que amo en secreto a sus hermanos.

Y tal vez mi error fue contárselo, revelar mi mayor secreto ante él. Las cosas cambiaron desde entonces, y al final el decidió irse. Y duele todavía duele, sobre todo porque se fue con la muerte de nuestros padres tan reciente, siento que tuve tres perdidas en un par de meses.

Sé que la oportunidad de visitar a mis abuelos también me ayudara a sanar. Necesito alejarme por un tiempo para aceptar todo lo que ha pasado. He hecho un gran progreso durante el último año, pero sigo despertándome llorando en las noches con recuerdos de mi madre, sé que alejarme de todo por un tiempo será lo último que necesito para sanar completamente.

Cuando llegamos al aeropuerto, bajo del coche deportivo de Shane con ayuda de Tony que como siempre es un caballero y me abre la puerta antes de bajar. Los chicos me ofrecen comer un par de bocadillos antes de que salga mi vuelo, lo que acepto entusiasmada.

Así que nos paramos a comer y hablar en una pequeña cafetería del aeropuerto.  Fue algo muy tranquilo y relajante ya que no habíamos desayunado. Después de eso anunciaron mi vuelo, y las despedidas comenzaron.  

—No olvides llamar—rodee los ojos por lo que dijo Tony.

—Solo son por dos semanas no es para tanto—dije. A pesar de saber que pocas veces nos hemos separados, incluso cuando estuve un año en Italia ellos fueron de visita en repetidas ocasiones.

Me duele estar lejos de ellos, tengo que admitir. Pero necesito estar un momento alejada de todo los lujares que me traen recuerdos dolorosos.

Shane sonríe. Lo que no es propio de él, siempre siendo el señor sin emociones. Bueno tengo que admitir que Kane le gana por mucho, el sí puede ser duro como una piedra— Te vamos a extrañar enana—

Trato de olvidar que me llamo por ese horrible apodo que sabe que odio y lo abrazo, tanto a él como a Tony—Yo también los voy a extrañar—

En ese momento llaman por última vez a mi vuelo por lo que me apuro para llegar a tomarlo. Tengo un buen asiento de primera clase, lo que significa que tendré la oportunidad de relajarme durante las doce horas del vuelo.

Decido sacar un libro de mi pequeña mochila para entretenerme mientras el vuelo despeja. La verdad es que los viajes en avión me ponen muy nerviosa, sobretodo porque mis padres murieron en un accidente aéreo por lo que decido concentrarme en la historia romántica de mi libro que me ha tenido muy enamorada los últimos días. 

El vuelo es tranquilo lo que me permite relajarme  y conforme pasa el tiempo dejo atrás mis nervios. Cuando la azafata pasa por mi asiento le pido un vaso con agua y algunas golosinas que gustosa lo hace. Lo bueno de un vuelo en primera clase es que siempre las azafatas están pendientes de atenderte, si fuera mayor de edad en mis manos tendría una copa de champagne lo que sería idea para acompañar mi lectura.

Pero no me quejo. Me encanta viajar en primera clase.

Cuando por fin aterrizamos suspiro por el cansancio.  Fue un vuelo largo y a pesar de estar en primera clase eso no quita que tuve que estar sentada en mi asiento por más de doce horas. Pero igual vale la pena, sobre todo cuando veo a mis abuelos esperándome con flores y un enorme oso de peluche.

—Benvenuto caro—dijo mi abuela mientras me da un fuerte abrazo y me entrega las flores. Unos hermosos tulipanes rosas, comunes en esta época primaveral en Silia.

—Estamos tan felices de que estés aquí, piccolo—dijo mi abuelo abrazándome cuando a regañadientes mi abuela me soltó y entregándome el enorme oso.

—A mí también me alegra verlos ha pasado mucho tiempo— digo con un poco de pena pues mi última visita fue un mes antes del accidente que tuvieron mis padres.

—Nada de tristezas— dice mi abuela viéndome—Viniste a disfrutar y eso es lo que vamos hacer—

Por eso adoro venir aquí a Italia, mis abuelos siempre me llenan de amor y me consiente. Saben por lo que he estado pasando, sobre todo mi abuela que para mí es mi mayor confidente siempre me entiende y me comprende.

—Entonces que comience la aventura—dije mientras subíamos al coche de mi abuelo.

Estoy preparada para vivir y crear buenos recuerdos en este viaje.

Y para olvidar mi enamoramiento por mis tres hermanastros.

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