—¡¿Un dragón?!
—¡INAUDITO!
—¡Eso es vergonzoso, Alfa, por favor, rechace al dragón!
—Que la Reina Alfa de la Noche Carmesí, este involucrada con una de esas criaturas… Es algo… Solo pensarlo nos produce náuseas.
«Es divertido cómo hablan. Como si yo no estuviera presente.», le habló Gael a Connie con sarcasmo, por medio de su conexión mágica del pendiente recuperado.
La loba, que ya tenía esa pequeña reliquia de regreso en su oreja, asintió.
«No te enfades. Yo lo arreglaré.», le respondió, Sary.
«¿Cómo?, cuando sepan que te has quedado embarazada, será peor.»
—¡Suficiente! —rugió Sary—. No voy a rechazar a mi mate por ser de otra especie. Lo marqué.
¡IMPACTADOS!
Tras las palabras de Sary, absolutamente todos los lobos rojos reunidos en la entrada de la manada, guardaron silencio.
Viéndose los unos a los otros con esos ojos rojizos carmesí.
—Reina Alfa. Siempre hemos creído que usted es una hembra muy inteligente —habló uno de los lobos rojos más longevos de la m