Sin más advertencia, Alfa Hazram se lanzó hacia el Alfa Connor, su pata rojiza escamosa adelante.
¡Alfa Connor apenas tuvo tiempo de reaccionar!
Se apartó, pero no lo suficiente…
PUF~
La fuerza del impacto lo hizo tambalear. El Alfa de Luna Plateada retrocedió.
¡Hazram era malditamente rápido! ¡Ni siquiera le dio tiempo de reacción, y volvió a abalanzarse sobre ese macho joven!
¡CRANK
—¡¡AGH!! ¡MALDITO! —rugió Sirius, el lobo de Connor. Cuando el sonido de su costado golpeado resonó, y el dolor se propagó por su cuerpo.
«¡¿Cómo demonios puede ser tan rápido?! ¡No era así las dos veces anteriores!», comentó Connor internamente con su lobo.
—¡DA IGUAL! ¡VAMOS A PARTIRLE EN DOS! —rugió Sirius, furioso. Avanzando a grandes zancadas hacia ese macho grisáceo.
Sabía que tenía que contraatacar, pero la agilidad y la fuerza de Hazram lo estaban superando… Aún así, era un Alfa, no estaba en su naturaleza rendirse fácilmente.
En un intento por recuperar la ventaja, Alfa Connor