Se acuclilló a su lado con prontitud, revisándola por todas partes aún en medio de la oscuridad. Apretó los puños apenas se dio cuenta
La había golpeado, y fuerte
Eso de seguro se convertiría en un enorme moretón alrededor de su ojo izquierdo al día siguiente
— Ya estás a salvo, tranquila— puso una mano en su hombro calmadamente, no quería alterarla
Pero ella ya estaba alterada, aterrada y tan malditamente aliviada de que no pudo lograr su cometido, que su llanto también era por eso
— Yo... Yo... Yo— tartamudeó intentando hablar, él la ayudó a ponerse de pie
— Shh... Tranquila. Ven conmigo, necesitamos curarte eso—
La condujo como pudo hasta regresar al local y tocó con los nudillos, Cassandra temblaba escandalosamente
— Lo lamento, ya cerramos— la mujer salió, no